Es la hora de reflexionar

José Adrián Monroy

Son tiempos difíciles. Aclaro de una vez, que no quiero sonar apocalíptico o pesimista, mi intención con este escrito es generar la mayor conciencia posible sobre la necesidad de hacer un alto en el camino y reflexionar acerca de nuestra realidad porque, estamos a tiempo de actuar y rectificar el destino al que inevitablemente iremos a parar si continuamos así.

Colombia, el país en el que nacimos y vivimos, está moviéndose peligrosamente por una delgada cuerda que en cualquier momento puede reventar; me refiero al hecho de que algunos sectores, por justificar razones “politiqueras”, legitiman la decisión de quienes quieren hundirnos indefinidamente en el terror que genera la violencia mediante el uso de las armas; los unos, lo hacen por atacar al gobierno condenándolo por su supuesto incumplimiento de los acuerdos de paz y los otros, para poder perpetuar el discurso del combate y la guerra.

Quienes están empeñados en seguir polarizando al país no han dimensionado el riesgo en el que estamos. De nuevo los titulares de los medios de comunicación anuncian muertes de soldados, indígenas y campesinos; acaban de acribillar a una candidata a la alcaldía de Suárez en el departamento del Cauca, ¿en serio creen que los intereses personales o de un pequeño grupo valen la vida de un compatriota mas?, ¿será que no fue suficiente toda la sangre que se derramó durante tantos años?. Nos estamos exponiendo a que el sistema democrático, columna vertebral de nuestra sociedad, se quiebre por cuenta de la división ideológica a la que nos han querido someter. Es preocupante de verdad.

Por otra parte, nos golpea un elemento esencial para sobrevivir, el medio ambiente. Los abusos que por mucho tiempo hemos cometido en contra de la naturaleza nos están pasando cuenta de cobro; la tala indiscriminada de árboles, la displicencia con la que manejamos el agua, las basuras y demás, resultó en el abrupto cambio climático que nos azota. Hasta hace poco se quemaron millones de hectáreas en la Amazonia, zona que es considerada el “pulmón del mundo”, porque produce cerca del 55% del oxigeno de todo el planeta, o para no ir tan lejos, a tan solo 20 minutos de Ibagué en Chicoral o en la vía que conduce a Venadillo, las llamas alcanzaron cerca de 3 metros consumiendo lo que encontró a su paso. Y ni hablar del panorama económico, eso merecería un espacio aparte.

A veces pareciera que los colombianos tuviéramos sentimientos de autodestrucción, puesto que sufrimos de una belicosidad e intolerancia que nos hace pensar en que la confrontación y la violencia son las únicas salidas para resolver los conflictos, y que el cuidado y preservación del medio ambiente es solo cosa de los izquierdosos o mamertos. Corregir el rumbo nos toca a todos, es la hora de reflexionar.

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