Racismo

Racismo es odio, desprecio u hostilidad hacia una persona o grupo de personas consideradas “inferiores” por su diversidad. Racista es quien con pretexto cualquiera cree ser superior a otro.

Diverso es aquel cuya etnia, lengua, religión, política, preferencia sexual, trabajo, situación geográfica, nivel socioeconómico, capacidades, costumbres, tradiciones o hábitos son diferentes a las del racista. Sin embargo, cuando hablamos de racismo, generalmente, lo asociamos al color de piel.

Sobre esta última connotación se levantó escándalo a nivel nacional cuando la revista española “Hola”, publicó un artículo sobre la familia  Zarzur, poderosa dinastía de empresarias vallecaucanas, cuya  mansión es descrita como el Beverly Hills caleño. Entre las fotografías una, sobre todo, desató la gran polémica, porque ante espectacular panorámica de la ciudad, la protagonizan cuatro mujeres blancas, elegantes, modernas y ricas, teniendo en segundo plano dos negras de perfil y uniformadas que, como inexpresivas estatuas portan sendos servicios de plata. Se opina que transmite un concepto visual contrastante y perverso que indica racismo y clasismo, es decir, un claro mensaje de violencia simbólica y dominación por tradición.


El artículo se publicó días después que el presidente Santos sancionara la Ley Antidiscriminación. Además, ante las críticas, la primera reacción de Rosa Jaluf de Castro, matriarca del clan, fue desacertada porque al no captar el porqué de la indignación colectiva, resalto cómo, a través de generaciones, dieron trabajo “digno” a familias negras. Aplacó los ánimos las disculpas radiales de Sonia Zarzur, quien afirmó que dejándose deslumbrar tuvieron un desafortunado “momento de vanidad”.


Las raíces históricas, económicas, sociales y culturales del racismo son antiguas e intrínsecas. Desde comienzos de la humanidad coexisten amos y esclavos, nobles y vasallos, patronos y sirvientes, sin embargo, trascendentales reivindicaciones han evidenciado cuan graves y desastrosas son las consecuencias. En general, acostumbramos a hablar o escribir sobre el tema como si personalmente no nos competiese. Expresamos hipócritamente que es injusto, pero no hacemos nada concreto para combatirlo. Es más, debido a la costumbre, sin darnos cuenta, continuamente mostramos actitudes discriminatorias. Y, ni se le ocurra pensar que no es racista porque, cotidianamente en todo el planeta, con aquellos considerados diversos o, mejor inferiores, se cometen actos intolerantes, especificados en gestos, desdén, mofa, escarnio, amenazas e incluso homicidio.


Asimismo, el racismo además de inventar diferencias, las agiganta con el propósito de dominar y legitimar su propia y absurda superioridad. Entonces, aprovechando la coyuntura sumada a la época navideña, preguntémonos a calzón quitao: ¿Será que en el fondo, fondo me siento totalmente seguro de ser tolerante y abierto respecto a cualquier persona? ¿Al presentárseme una situación real, cómo reaccionaré? Igualmente, recordemos que  hoy por hoy, estimar una raza inferior a otra, no es políticamente correcto y, no se mide como una opinión  sino como un flagrante delito.

Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

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