El Tolima no hace trato con el maltrato

Hoy es el Día Internacional de la Mujer, jornada institucionalizada en 1917 para festejar las pocas reivindicaciones de libertad logradas, algunos derechos obtenidos y los que aún faltaban por conquistar.

A través del tiempo, se volvió un libreto anual: felicitaciones, frases de circunstancia, almuerzos, cenas, flores y uno que otro regalito. Después agregaron conferencias. Igual, se impuso que, cual mucamas en reposo semanal y enmascarando la realidad, las damas salen solas a homenajear su presunta libertad por sólo una noche porque, para la mayoría, en los otros 364 días su autonomía desaparece.

Aunque convencida que esta es la mejor época para nacer mujer, pues ya no nos asan en la hoguera acusadas de brujas, me pregunto: ¿existe algo para festejar cuando Colombia ostenta en feminicidios, tercer lugar en Latinoamérica? ¿Cuando las mujeres sufren golpes y otros maltratos dejándoles secuelas irreparables que causan enormes costos sociales y económicos al país? ¿Cuando muchas niñas son violadas, sin castigo para el agresor? ¿Cuando el inquisidor, perdón, Procurador Ordóñez, en abuso de poder, exige investigar a quienes con tutela piden cumplir la sentencia de despenalización del aborto? ¿Cuando existe sinnúmero de desplazadas por la violencia? ¿cuando, por realizar el mismo trabajo se remunera mejor al hombre?

Igualmente, ¿podremos festejar cuando la mujer aun es considerada tierra de conquista, artículo sexual privado o es usada para que sus generosos senos y trasero, vendan cualquier producto?

Claro, esto lo permite la mujer porque se deja manipular por estereotipos, acudiendo al cirujano para conseguir exuberantes tetas y posaderas, nalgas de bebe como mejillas y labios africanos.

Todas idénticas como en “Un mundo feliz” de Aldous Huxley. Asimismo, se deja manosear por patrones de moda, dejando cero a la imaginación cuando usa ultra minis y vulgares escotes, tacones de 25 centímetros, exiguas gruperas y acolchadas cinchas que les hacen brotar los delanteros conseguidos en el quirófano. Ante el contexto, necesariamente, ambas partes deben cambiar mentalidad.

Eligiendo como frente de trabajo, la violencia de género, María Elsy Morales, Primera Dama del Departamento con soporte de la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, con apoyo de Luz Amparo Urueña, Primera Dama de Ibagué y colaboración de las primeras damas de los demás municipios, lanzó la campaña: “El Tolima no hace trato con el maltrato”.

Es importante ocuparse del tema, ya que, cuando se maltrata una mujer, el niño como testigo también sufre el acto violento. Y, lo peor, lo repite formándose una cadena que no termina jamás. Entonces, es inminente educarlo en la niñez para que siendo adulto trate a su pareja con respeto y, como ser humano con derechos, libertad de pensamiento, emociones propias y, sobre todo, que interiorice que no la puede maltratar.


Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

Comentarios