La profesión más antigua

Desde el principio de la humanidad, la actividad lucrativa más antigua ejercida por la mujer, es la prostitución. Sin embargo, inicialmente, no la eligió, lo hicieron por ella organismos religiosos, tanto monoteístas como politeístas.

En Mesopotamia, fue ejercida como prostitución sagrada para sostener la jerarquía religiosa.

Entonces, mínimo una vez en su vida, la mujer era obligada a ofrecerse públicamente y la paga del goce carnal engrosaba las finanzas del templo.


En Sumeria los sacerdotes crearon el Kakum, templo-burdel en donde mezclaban el culto con el placer pagado.


En Egipto, las mujeres se salvaron de la fornicación sagrada, sólo en épocas de Akenatón y Nefertiti. En Grecia, las hetairas eran rameras con sacerdotes como “chulos” o jefes.


Requisito para ejercer: ser “Magíster o quizás PHD” en arte, música, danza y literatura. Entonces, se puede aseverar que, inicialmente, la prostitución tuvo connotación cultural y motivación altruista-religiosa.  


En épocas romanas la meretriz ejercía en prostíbulos, la prostituta comerciaba sus artes en la calle.


Cuando llegó la era cristiana, las prostis eran vox populi y ya no las administraba la clerecía. Los ganosos judíos, descontentos con lo ofrecido en casa, sin mucho escrúpulo religioso, empolvaban o, mejor desempolvaban judías, cristianas o musulmanas. Seguramente, entre ellas, a María de Magdala que, afirma la Iglesia, dizque fue ramera callejera.


Otras más cercanas a nosotros: Mata Hari, convertida en espía en la Primera Guerra. La Ciciolina que chilinguea entre prostitución y porno.


Pía Covre y Margarita Carreras, activistas españolas, invitadas por la Universidad de Cádiz, al seminario Prostitución, Moral y Derechos Humanos.


El harem de Berlusconi y, nuestra archifamosa Dania Londoño Suárez, que por culpa de un gringo tacaño logró, por primera vez, que Colombia mojara primera plana en los Mass Media universales, destacando Cartagena como gran paraíso de la profesión más antigua del mundo.  


A esto se suma otro problema. Con el dinero que asegura Dania recibir, según ella, arreglado a punta de sonrisas y, la subida de condición dada por su madre, indicando que la mujer es más digna al cobrar por darlo, que dándolo gratis, va a haber desbandadas de mujeres universitarias y migraciones de prostis de todo el planeta. Ya me imagino éstas últimas atiborrando bancos para mandar mensuales remesas a distintos puntos del globo.


Hablando en serio sobre esta actividad económica, Colombia tiene algunas normas orientadoras en el Código Penal, el de Policía y la Corte Constitucional. Pero, no podemos ser utópicos, esta industria que rebaja la mujer a su mínima expresión, no desaparecerá.


Entonces, para que salga de su ilegalidad, tiene que reglamentarse. Las féminas dedicadas a ese ejercicio están desprotegidas y sufren robos, vejaciones, discriminación, maltrato, explotación y tráfico de personas. Por lo cual, a diario, se atenta impunemente en contra de sus derechos fundamentales.

Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

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