Turismo somos todos, aceptemos el reto

El fuego fue provocado de manera natural por los rayos de tormentas eléctricas y la vegetación seca. Al aparecer el hombre, inventó cómo conservarlo. Luego, descubrió que ciertos alimentos puestos al calor eran más digeribles.

El fuego fue provocado de manera natural por los rayos de tormentas eléctricas y la vegetación seca. Al aparecer el hombre, inventó cómo conservarlo. Luego, descubrió que ciertos alimentos puestos al calor eran más digeribles. No obstante, sólo cuando optó por sedentarismo, agricultura y domesticación de animales, inició prácticas culinarias. Siendo nómada se desplazaba buscando alimento, siendo estacionario lo hacía sólo por razones comerciales, políticas, guerreras o religiosas. Sin embargo, los viajes turísticos no le fueron ajenos, ya que, han venido entrecruzándose con su evolución, civilización, progreso y cultura.

Cada periodo histórico ha tenido un particular tipo de turismo. Finalizando la Segunda Guerra Mundial, Europa impuso playa y mar, hasta que evolucionó hacia otras categorías. Entre ellas, el rango gastronómico, cuyo fin es deleitar paladares con platos locales y regionales. Y, precisamente, para poder direccionar al Tolima como destino turístico gastronómico, se están dando pasos de gigante. Uno de ellos, el Segundo Congreso de Gastronomía y Turismo, realizado los pasados 22 y 23 de octubre. Fue organizado por Acodrés-Tolima, apoyado por Cotelco, vínculo del Conservatorio del Tolima, contribución de empresarios  y aportes económicos de Gobernación, Alcaldía y Cámara de Comercio.

Fue un espacio de formación y toma de conciencia que tenemos gran oferta culinaria. Sin embargo, necesitamos más investigación, exploración  e identificación de ese patrimonio gastronómico legado por las abuelas. Herencia para promocionar con orgullo vistiéndola de gala, arriesgándonos a servirla no sólo en barro y hoja de plátano, sino en vajillas de marcas reconocidas o, en las de diseño contemporáneo. Para ser más competitivos, necesitamos cambios en presentación y cantidad. Necesitamos convergencia de metas, para que todas vayan en la misma dirección. Necesitamos más promoción. Necesitamos claridad de conceptos entre quienes transitan de paso en cargos públicos y están implicados en el tema. De esta manera, habrá más cohesión entre gremios y administración pública y menos desgastes inoficiosos.

Hoy, la industria turística lidera el primer lugar en la economía global. Aprovechemos el momento. Pero, para desarrollar el renglón, el concepto de identidad local debe convertirse en una matriz incrustada en gobierno, gremios, empresarios y ciudadanía. Matriz conformada por patrimonio territorial basado en historia, tradiciones, peculiaridades y sabores particulares. Matriz que visibiliza factores no tangibles como atención, amabilidad y simpatía. Actitudes indispensables, porque el turista no compra productos o servicios solamente por sus características materiales, sino también por las experiencias emocionales ligadas al acto de compra y disfrute.

Entonces, si desde pequeños se nos pudiera integrar al ADN el chip de identidad local y el concepto turismo, el vínculo entre turismo y región se volvería indisoluble, porque la industria turística es de todos. Turismo somos todos. Ah, se me olvidaba, necesitamos, con urgencia, creer en nosotros mismos. Aceptemos el reto.

Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

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