El legado Chávez – I

Chávez, el autócrata momificado estuvo 14 años en el poder. Aunque buscó emular a Bolívar sólo interpretó el rol de sí mismo.

A labia convenció a sus prosélitos de ser su liberador. En cambio, los hechos muestran que, apoderado de todas las articulaciones del Estado, fue un tirano con poder absoluto que cambió la Constitución para perpetuar el dominio.

Administrador del apogeo petrolífero venezolano, patrocinó con magnanimidad a Cuba y demás países latinoamericanos con gobernantes turíferos suyos. Igualmente, auxilió las FARC. Pero, el espejo retrovisor evidencia que no favoreció a su “amada patria”. Desaprovechó el contexto para construir algo sólido y duradero. Arrojó por la borda una ocasión histórica, dejando sólo ruina económica e institucional, más odio fratricida entre seguidores y detractores.

Internamente gastó, gastó y gastó. No lo hizo para establecer administración eficiente, construir infraestructuras o tornar competitivo el sistema productivo. No. Gastó para posicionar corrupción y crear un ejército de dependientes estatales que formaran consenso en su entorno. También, despilfarró los ingentes dineros discrecionales que, de la petrolera estatal, hizo adjudicar a los fondos presidenciales. Con ello, convenció a sus adictos que los auxiliaba su generosidad cristiana y no el Estado. Igual, usó el poder para ensañarse contra sus enemigos, acumular riqueza personal y premiar económicamente a familiares y amigos.

Acarreó muchas otras problemáticas, entre ellas, devaluación del Bolívar en más del 40 por ciento. Escasez de productos y alimentos de primera necesidad. Colapso energético con continuos apagones. Ante falta de mantenimiento, explosión de la más grande refinería con decenas de muertos más colosales pérdidas. Generó  en la Policía, licencia implícita para matar opositores al régimen, llegando a 20 mil homicidios anuales, sobre todo en las cárceles. Y, por las múltiples anómalas situaciones cohonestó el predominio de la delincuencia común.  


Innegable, dio contentillo cumpliendo algunos programas sociales. Pero, es falso que redujo pobreza más que Perú, Méjico, Brasil y Colombia, países que lo están logrando sin tanta fanfarria y sin ponerse al borde del abismo como Venezuela, que tiene déficit del 20 por ciento en productos nacionales, importaciones fuera de control, dólar sobre las estrellas, inflación más alta del continente, inversiones paralizadas, deuda externa 10 veces superior a una década atrás, producción de hidrocarburos por debajo de las cuotas previstas por la OPEC, etc., etc.

Es decir, en los tres gobiernos chavistas, el consumo prevaleció sobre la producción, el nacionalismo sobre la racionalidad, el clientelismo político sobre una buena administración y  el derroche con países turíbulos sobre lo nacional. Todas acciones de eterno presente sin ninguna visión futura  En resumen. Su legado es un caos, un desastre o, mejor, una mortífera manzana que no se sabe cómo tendrán que empezar mordisquear los venezolanos. Continúa el próximo jueves.


 

Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

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