Mes del idioma español

El español proviene del dialecto castellano porque a partir del siglo XI, España quiso tener un idioma común y eligió el conversado en Castilla, el cual lleva más de mil años de evolución.

El español proviene del dialecto castellano porque a partir del siglo XI, España quiso tener un idioma común y eligió el conversado en Castilla, el cual lleva más de mil años de evolución. Las modificaciones de cualquier lengua están basadas en el uso popular, mas no en imposiciones rebuscadas, inventadas por “luminarias no lingüistas”, que quieren ser políticamente correctas, dizque para hacer más notorio el sexo femenino.

Al español lo rige la Real Academia Española-RAE, la cual no acepta los despropósitos: ciudadanos y ciudadanas, alumnos y alumnas, colombianos y colombianas, concejales y concejalas, niños y niñas, padres y madres, todos y todas, etc. Me imagino que dentro de poco escucharemos: “practicantes y practicantas”, “delincuentes y delincuentas”, “cacos y cacas”, “carteristos y carteristas”, “ecologistos y ecologistas”, “internautos e internautas”, etc.  

Es incomprensible que un seudo lenguaje, no aprobado  por la RAE, se haya implantado en textos escolares, sectores político-administrativos oficiales y, lo peor, hasta los medios periodísticos lo están acogiendo. Error garrafal, porque para una óptima comunicación el principio básico de los idiomas es la simplificación, es decir, no expresar en cuatro palabras aquello que se puede resumir en dos. De esta manera, la doble mención o perífrasis es redundante. Es obligatoria sólo cuando se debe aclarar que son grupos de personas de distinto sexo o en un contexto en donde si no se hace la doble mención el mensaje quedaría ambiguo.

Todo lo forzado y rebuscado es ridículo. Además, la visibilidad femenina es dada por políticas públicas, no por violentar estructuras gramaticales. Además,  el género es una característica gramatical que clasifica en masculino o femenino los sustantivos, adjetivos, participios, pronombres y artículos, mas no está relacionado con el sexo biológico. Entonces, las personas no tenemos género sino sexo. Por ende, es equivocado decir “violencia de género”, pues la violencia es cometida por personas y no por palabras. Entonces, lo preciso es “violencia sexual o doméstica”.

Igualmente, esta jerga o pretendido lenguaje sexista que ama referenciar explícitamente los dos sexos, está implantando el indicador de una unidad de masa o símbolo arroba (@), para representar el género masculino y femenino. Es impropio usarlo porque @ no es letra ni signo lingüístico. Además, si hipotéticamente se pudiera usar, traería inconsistencia como en “Día del niñ@”, pues la contracción “del”, es válida sólo para el género masculino, mas no para el femenino.

Queridos hispano parlantes, tenemos uno de los más bellos idiomas del planeta. Entonces, para que no se contamine con invenciones antigramaticales, aprovechemos este mes en el cual en honor a Cervantes, quien murió un 23 de abril, se celebra el Día del Idioma, para empezar a ponerle atención a las reglas y principios que regulan  nuestra sonora, cadenciosa y musical lengua española. 

Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

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