Manejar borracho

En Colombia, manejar borracho parece ser una diversión como montar carros chocones o, quizás un concurso para ver quien acumula más víctimas.

Los Yerson Martín, los Fabio Salamanca, los Carlos Varela o los Carlos Chávez, en una típica noche de parranda se toman primero unos cuantos aperitivos para olvidar problemas cotidianos, desenvolverse mejor con las féminas o hacer el momento más festivo.  

Con la cena toman vino y en discoteca piden botella de licor, perdiendo la cuenta de los tragos ingeridos.

Como la sugerencia de conductor elegido, en general no funciona, habitualmente, ya borrachos toman un volante de alto cilindraje y reconocida marca. El vehículo no es culpable, lo es el ebrio inmaduro e irresponsable que puede causar daños irreversibles en él, en sus pasajeros o en quien se le atraviese.Pero, la autoridad, la justicia y la sociedad, toleran gratamente los conductores beodos y, cuando causan graves tragedias alcahuetean impunidad dejándolos escapar, favoreciéndolos y aceptando que inventen enfermedades mentales o que arreglen con plata. Claro, si el borrachín es pobre como Rodolfo Sánchez que mató a dos personas, le clavan 18 o más años de prisión.

En Colombia existen fuertes sanciones para conductores borrachos, pero no se aplican porque mientras no haya heridos o muertos los dejan seguir conduciendo. Por eso, quienes manejan en ese estado les importa un pepino los daños que pueden causar. 

Las sanciones y multas no les inspiran temor, más bien con orgullo de machos se jactan de manejar alicorados, por tanto, consuetudinariamente reinciden. Entonces, muchos de ellos son los que, además de heridos y daños materiales, provocan el promedio semanal de 8.2 muertos en accidentes de tránsito. Grave situación que deja cientos de víctimas anuales, pero qué autoridad, justicia y sociedad no han tenido voluntad de controlar.

¿Qué hacer para frenar la mezcla explosiva de gasolina, alcohol y asesinos en potencia? Fácil. Cero tolerancia a borrachos al volante, por eso, al primer intento se tiene que quitar el pase e inmovilizar el vehículo. 

Prohibir las indemnizaciones, pues dejan al asesino de una o más personas pagar máximo cinco años de cárcel. 

Acabar con la modalidad de casa por cárcel. Aprobar una ley que los declare criminales porque manejar ebrio es una culpa consciente y si causa accidentes mortales o daños graves a terceros, ya no es contravención sino homicidio doloso.

No me parece exagerado porque quien ebrio osa tomar un volante, tiene que aceptar todos los riesgos que corre y punto. 

Entonces, sólo el día en que se les presente como asesinos y no puedan permanecer divirtiéndose en sus casitas, sino en una cárcel de verdad, con seguridad bajarán drásticamente los índices de muertos y heridos causados por estos delincuentes.

Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA

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