Confidenciales políticos

Hermógenes Nagles

Los Juegos Deportivos Nacionales se han vuelto un dolor de cabeza para el gobernador, Luis Carlos Delgado Peñón, por la lenta terminación de sus escenarios, pues todos los días corre el rumor en Bogotá de que este evento sería aplazado definitivamente. El gobernador Delgado tiembla entonces de miedo y de rabia al ver que su mayor sueño, acariciado desde el inicio de su administración, terminó desvaneciéndose como una pompa de jabón por culpa de la ineficacia e irresponsabilidad del alcalde Luis H.

No hay que olvidar que la petición como sede de los juegos nacionales la presentó el gobernador Delgado al Presidente Santos en el año 2012 en el primer acuerdo de la Prosperidad celebrado en Chaparral en el año 2012. Ese día el primer mandatario de los colombianos empeñó su palabra para confiarle a Ibagué la realización de esos juegos nacionales y de paso darle una tajadita presupuestal de 300.00 millones de pesos los que serían invertidos en escenarios deportivos que quedarían para la posteridad en la Capital del Tolima y en los municipios escogidos como subsedes.

Andrés Botero Philispsbourne, y todo el staff directivo de Coldeportes le tienen lupa y cronómetro a las obras de remodelación del parque deportivo, estadio, piscinas olímpicas, pistas de bicicrós y patinódromo, pero todo sigue a medio construir, por lo cual en cada visita de inspección se revive la amenaza de que a Ibagué le van a quitar una u otra competencia. Cosa distinta es lo que opina el dirigente del deporte nacional con respecto a los escenarios deportivos de los municipios escogidos como subsedes. De Líbano, Melgar, Flandes, Espinal y Prado, Botero se muestra satisfecho porque todos han sido construidos a tiempo y bajo estándares internacionales, con buena calidad y buenos acabados.

El rifirrafe entre el gobierno departamental y el gabinete de la Ciudad Musical ha estado tan “caliente” que en las últimas semanas el gobernador Delgado Peñón optó por pedir el acompañamiento de delegados de la Procuraduría General de la Nación para que en cada sesión del comité organizador tomen nota de los compromisos que hace el alcalde Luis H. Hace un mes el burgomaestre de la ciudad juró y rejuró que para sacar adelante el plan de obras se adoptaría una estrategia de emergencia, obligándose a los contratistas a que pusieran cuadrillas extras de obreros para que trabajaran día y noche, pero nada de eso se cumplió y hoy, por lo tanto, los trabajos siguen a paso de tortuga.

La última vergüenza y escalofrío de esta pesadilla “llamada Juegos Nacionales” la vivió el gobernador Luis Carlos Delgado la semana pasada en reunión del Comité organizador en pleno, con Botero a la cabeza, cuando el Secretario de Hacienda del municipio, Oswaldo Mestre, dijo muy orondo que Ibagué no tenía con qué pagar los gastos de la realización de los juegos y que les iba tocar pedir plata con totuma.

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