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No más seminarios, encuentros, semanas, ilustraciones (no digo que no se deban hacer y capacitar a empresas y personas) pero es hora de manos a la obra. Remangar la camisa y ponerse las botas para comenzar a hacer, concentrar las energías y los recursos en construir, ejecutar productos visuales o audiovisuales sobre nuestra ciudad y departamento.
Programas y piezas comunicacionales que den cuenta de nuestra riqueza histórica, por ejemplo, de esos lugares que son hitos para la historia propia, la del país y del mundo si es el caso. De nuestros platos típicos, la gastronomía, los sabores de nuestra tierra, cómo, cuándo y cómo se ofrecen.
Sobre los procesos artesanales, lo que implican, significan y representan es menester presentarlo al mundo. De la labor asociativa grande y pequeña desde el sector agrícola y agropecuario, que se sepa qué tenemos, con qué contamos y lo que ofrecemos.
Es el sector público que tiene que comenzar a dar el ejemplo en ello, los primeros pasos, marcar la ruta a los privados y agremiaciones económicas para hacer la sinergia en esa producción y posterior promoción.
No es un secreto para nadie –y las cifras se pueden encontrar en cualquier sitio especializado- que se disparó el consumo digital, es decir, el tiempo de interacción y permanencia en la internet, plataformas, computadores y móviles para informarse, entretenerse, comprar, navegar y hasta lo que podríamos llamar “socializar virtualmente” (reuniones, citas, encuentros familiares, de amigos, cumpleaños, celebraciones….), son cifras muy superiores al 40 por ciento frente a lo que mostraban esos guarismos en marzo pasado en Colombia y el mundo. A propósito, ese sí sería un buen e interesante dato que ya deberíamos conocer por parte de las secretarías TIC y planeación nuestra, el cómo está y en qué va ese consumo digital aquí, para ajustar políticas, planes y programas a ello.
¡Ojo! No podemos caer en el engaño de que ese consumo digital solo es para los nativos o para quienes migramos de forma obligatoria por trabajo o profesión, pero no para mayores de 60 años; creo que ese es un punto ciego, porque los mal llamados adultos mayores comenzaron la migración, así sea lenta, hacia usos básicos como videollamadas, participación en grupos de WhatsApp, buscar temas de interés (libros, novelas, música, servicios religiosos…) en internet.
No cabe duda de que esperando hay todo un público ávido de productos bien hechos, creativos e interesantes cuyo interés debemos aprovechar en estos momentos para dárselos e interesarlos en nosotros. La clave es actuar con diligencia y efectividad. Aprovechar las redes sociales, en todo su esplendor, para presentar nuestra región desde su belleza natural, sitios por conocer, recorrer, gastronomía, mitos, leyendas, personajes actuales y del pasado.
De otra parte, gracias, gracias totales a tantos medios, periodistas, instituciones y agremiaciones que han expresado sumarse a la idea de una Noticiatón por Ibagué. (24 horas de noticias positivas sobre nuestras tradicionales, riqueza cultural, personajes, empresarios, emprendedores, héroes del común y mucho más).
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