Y fue peor

Rafael Nieto Loaiza

No había razón para el optimismo con la ponencia de la presidente de la Corte Constitucional sobre el “acto legislativo para la paz”. La realidad fue peor.

El comunicado de la Corte es un esperpento de forma y de contenido. Pero es claro que declaró constitucional tanto el artículo 1, que recorta de manera sustantiva las funciones de los congresistas hasta reducirlos a meros firmones del Gobierno, como el 2, que le da poderes excepcionales a Santos para legislar por decreto sobre lo divino y lo humano. En adelante tendremos un Congreso eunuco y un Presidente hipertrofiado.

Además, la Corte se contradice de manera brutal. Por un lado, porque apenas hace cuatro meses sostuvo que la reforma de equilibrio de poderes sustituía la Constitución porque, dijo, el Consejo de Gobierno Judicial y el Tribunal de Aforados atentaban contra la independencia de la rama judicial y el sistema de frenos y contrapesos indispensable en un estado de derecho. Ahora les parece que acabar con el Congreso y trasladarle poderes cuasi omnímodos al Presidente no tiene problema alguno.

Por el otro, porque en la sentencia sobre el plebiscito defendían la idea del voto directo de los ciudadanos como mecanismo de refrendación popular y ahora no tienen problema en inventarse un nuevo sistema de “refrendación”: un “proceso” de varios pasos que termina en la “decisión deliberativa” de un órgano que “puede ser el Congreso”.

Para rematar, se metieron en una contradicción que no podrán superar: en efecto, al describir “el proceso” que se inventaron dijeron que “deber ser” uno “en el cual haya participación ciudadana directa” y “cuyos resultados deben ser respetados, interpretados y desarrollados de buena fe”. Y si este acuerdo con las Farc es “nuevo”, como ha sostenido tanto Santos, pues no ha tenido participación ciudadana directa y por tanto no ha habido refrendación popular.

Y si es el viejo, pues no hay duda alguna de que sus resultados no se respetaron ni se interpretaron de buena fe. Pero sí, apreciado lector, usted tiene razón, da igual: Santos hará lo que se le dé la gana y esta Corte impudorosa se lo validará.

* Senador


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