Mujer

Óscar Barreto Quiroga


Durante toda mi vida pública he trabajado con mujeres, con quien me inicié en estas lides la Dra. Carmen Inés Cruz, me enseñó de disciplina, cumplimiento y aprendizaje permanente, hoy hago un gran homenaje en estas líneas a esa gran mujer, que tanto aportó a mi vida. Siempre he resguardado los derechos de las mujeres, las he defendido con acciones reales, En mis gobiernos la mayoría de nombramientos fueron mujeres, junto a ellas he logrado cumplir en gran parte muchos anhelos, sueños y compromisos de los ciudadanos.
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La sociedad ha avanzado mucho en el reconocimiento legal y real de los derechos de las mujeres, pero entre legalidad y realidad, hay enormes diferencias, grandes distancias, la violencia contra la mujer, la baja participación política, los pocos espacios en cargos de dirección o de poder, sin duda nos revelan una realidad por corregir y una deuda por saldar.

Aún sigo pensando y trabajo todos los días en el concepto de equidad, no meramente como un modelo económico, sino como una concepción mental, sociológica y de vida, que esté apropiada por la sociedad entera, para que no sean las leyes o normas, sino las creencias y los postulados, el arraigo social en las acciones y las costumbres, que reconozcan en la mujer un ser humano pleno, agente de derechos, dotada de habilidades especiales, que puede aportar mucho al desarrollo económico y social de una región. La mujer en el Tolima debe trascender en su liderazgo, animarse a participar activa y actuante en todos los procesos para mejorar esta sociedad, que en gran parte los hombres hemos errado.

Encontrar en el Tolima mujeres como Delsy Isaza, nos llena de esperanza, ella que, en medio de la violencia, se levantó, se formó y capacitó hasta llegar a ser alcaldesa de su municipio, hizo su tránsito como docente y funcionaria publica y ahora se desempeña como la primera Secretaria de la Mujer del Tolima es un vivo ejemplo de lo que debe ser y lo que debe hacer la mujer colombiana.

La Casa de la Mujer del Tolima, debe ser un espacio de reivindicación de derechos, un símbolo de fuerza, empoderamiento y lucha permanente, un generador de acciones que beneficien a la mujer con oportunidades. Llegó la hora de la mujer, todas en equidad deben tomar los espacios para demostrar lo que son capaces. Sueño con el día que no tengamos que tramitar más leyes ni decretos para diferenciar a las mujeres, pues ellas ya deben gozar plenamente de todos sus derechos y protecciones del Estado colombiano.

ÓSCAR BARRETO QUIROGA

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