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Es innegable que durante varios gobiernos se ha tenido buena voluntad y han sido diversos los intentos de resolver algunos problemas, Ibagué creció, desordenadamente pero creció, no se tuvo una visión de largo plazo que definiera nuestra vocación de desarrollo económico y social, llegó la hora de abordar con seriedad y responsabilidad el presente y el futuro de nuestra ciudad, una profunda reflexión, es la que quiero hacer con ánimo de marcar la ruta, de encontrar el camino que nos permita de una vez por todas, unirnos en el propósito común de solucionar los problemas de Ibagué.
Es urgente que emprendamos la solicitud al Gobierno nacional, para que concurriendo solucionemos el problema del plan maestro de alcantarillado, que incluye el tratamiento de las aguas residuales, gravísimo problema ambiental; de igual manera el cambio y mejoramiento de la red de acueducto 900 kms de los cuales el 80 % es de asbesto, material que produce graves consecuencias para la salud humana. Sugiero de manera respetuosa al Gobernador del Tolima, que en este final de su gobierno deje contratados estudios y diseños de importantes corredores viales y sectores populares para que el alcalde o alcaldesa que llegue, pavimenten junto con la comunidad, en grado sumo la ciudad. No podemos hablar de tener una ciudad competitiva abierta al país y al mundo, sino solucionamos los problemas básicos de la ciudad.
Estamos en un punto de quiebre en Ibagué, donde es urgente y necesario abordar con seriedad, sinceridad y en unidad, estos urgentes problemas, que debemos resolver a fin de transformarnos en la ciudad que queremos y soñamos.
Nota: La gestión del riesgo en Ibagué no puede ser un tema menor, presupuestos y acciones deben abordarse con toda seriedad y sinceridad, los riesgos siempre son inminentes.
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