Componentes del sistema de marketing

Muy a diferencia de la creencia generalizada y practicada por muchos, la concepción del marketing no se reduce a la anquilosada y ya criticada mezcla de mercadeo (producto, precio, promoción, plaza) creada hace más de cuatro décadas, cuando por efectos nemotécnicos, se decidió reducir su vasta complejidad a una simple dosificación de ingredientes.

Se ha llegado a tales niveles de simplicidad que en algunos casos pareciera que bastara con leerse un libro lleno de fórmulas salvadoras, escrito por algún “experto” para encontrar la solución estandarizada, acertada y brillante.

No ha querido verse –o aceptarse-, su esencia. El marketing es un sistema conformado por dos componentes claramente complementarios: a) Estudio, análisis e interpretación de los factores detectados en el entorno que condicionan no solo gustos, preferencias, deseos y expectativas de los agentes del mercado desde la demanda, sino que le imponen a la organización empresarial una serie de restricciones que deben ser cuidadosamente tenidas en cuenta; b) Definición de estrategias y programas de marketing que en plena correspondencia con la realidad del entorno previamente detectada se implementan para resolver la problemática encontrada.


A la luz de estos dos componentes inherentes a su concepción y aplicación en cada segmento de mercado, es posible criticar la clara desarticulación que ha existido entre ellos y que han conducido a que a nombre del marketing se hayan cometidos graves errores estratégicos con las respectivas consecuencias económicas.


No se ha entendido aún que se requiere establecer un claro enlace entre las condiciones del entorno y las decisiones a tomar para resolver sus problemas de forma oportuna, eficiente y precisa.


A pesar de reconocerse la importancia de ambos, el primero de ellos –el relacionado con el entorno-, es desarrollado, a veces de manera detallada y profunda, pero infortunadamente sus conclusiones no son tomadas en cuenta de forma debida.


Se sabe de la cuidadosa ejecución de “exhaustivos” diagnósticos sobre las circunstancias que rodearán la futura ejecución del plan de marketing que, lamentablemente, no son consideradas en el momento de tomar las decisiones que se requieren.


El continuo desconocimiento de la necesidad de vincular estos dos componentes, ha hecho que muchos planes de marketing, por ejemplo, no hayan sido exitosos, contribuyendo más bien al derroche de los recursos de la organización.


Esta situación es aún más grave cuando se sabe que entre los dos, el que da la pauta y sobre el cual es necesario trabajar es el más despreciado, -el del conocimiento e interpretación del entorno-, por cuanto es de allí desde donde se derivan las estrategias y los programas de marketing concebidos para la atención de consumidores, compradores y clientes.


Así, un análisis contextual debe siempre preceder las decisiones estratégicas de marketing; claro si se quieren aprovechar las condiciones de cada mercado.

Credito
DAGOBERTO PÁRAMO MORALES

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