Ofertas competitivas y diferenciadas

Otro de los postulados claves en marketing está en la obligatoriedad que tienen las organizaciones de diseñar ofertas atractivas, diferenciadas y competitivas. Es la única vía para ser percibido de manera diferente en el mercado y como consecuencia, ganarse la preferencia por una marca o por un grupo de marcas.

Para su ejecución, la empresa necesita conocer los verdaderos requerimientos del segmento de mercado que pretende atender -o que esté atendiendo- y diseñar un bien, servicio, e idea social que colme las expectativas de forma competitiva, pero sobre todo diferente al de cualquier otro agente de la oferta que esté interesado en el mismo mercado.

Hacer una oferta atractiva significa que todos los elementos que la componen guarden una mínima armonía entre ellos en términos de calidad y precio que induzcan al mercado a preferir dicha opción. Además, las empresas deberán organizar variadas alternativas de oferta de tal forma que por muchos esfuerzos desplegados por la competencia, siempre exista una o varias razones para ser seleccionadas las suyas.


Ser diferente implica encontrar los fundamentos simbólicos profundos de consumo que le permitan a la organización hacer ofertas innovadoras siendo distinguida por ello en el mercado. Se trata de encontrar las ventajas competitivas propias que sean desplegadas como factores diferenciadores.


Hacer ofertas competitivas significa mantener constantes esquemas de seguimiento y control de las tendencias de los factores que tipifican los mercados. Realizándolos, es posible mantenerse en sintonía con lo que el sector demanda y las diferentes posibilidades de entregarle, en buenas condiciones de intercambio, tales requerimientos.


Estas tres características que debe tener una oferta para ser preferida, demuestran claramente que no es concebible el marketing sin competencia –directa o indirecta- que obligue a la organización a hacer sus mejores esfuerzos de persuasión para ganarse el favor de los consumidores quienes, frente a la oferta diferenciada, tienen la libertad y la voluntad para tomar su propia decisión.


Es así como la competencia se transforma en determinante para la concepción, planeación e implementación de las estrategias y los programas de marketing. Es decir, un mercado en el cual no hay competencia, el marketing es superfluo; a nadie es necesario persuadir.


La aplicación de este postulado del marketing exige de cada empresa el montaje de un cuidadoso sistema de vigilancia estratégica. A través de tal sistema, la organización puede hacer un detallado seguimiento de las tendencias de consumo en cada segmento de mercado a la vez que estructurar un esquema de operación en el que se tenga y se actualice información sobre el accionar de la competencia.


Hacer ofertas atractivas, diferenciadas y competitivas es la otra cara de la moneda de la libertad y voluntad de decisión que deben tener los consumidores.

Credito
DAGOBERTO PÁRAMO MORALES

Comentarios