Tipos de tiendas por su apariencia

Una parte de los consumidores de tienda las ve como un espacio físico donde tamaño, distribución, orden y limpieza son determinantes. Esta apariencia física y las comodidades que de allí se derivan solo pueden explicarse por su significado cultural.

Una parte de los consumidores de tienda las ve como un espacio físico donde tamaño, distribución, orden y limpieza son determinantes. Esta apariencia física y las comodidades que de allí se derivan solo pueden explicarse por su significado cultural. Se está tan acostumbrado a las tiendas que es difícil imaginarlas de grandes tamaños y con gran cantidad de empleados. En ella se aprovechan todos los espacios para repartir la reducida superficie disponible: áreas para la atención a visitantes –las más amplias-, para la exhibición de la mercancía, e incluso, en algunas de ellas, para que sus consumidores hagan sus necesidades fisiológicas.

Pensar la tienda desde lo físico es asociarla a lo pequeño, lo ordenado, el aseo. Veámoslas:

a) Tienda Pequeña: Al pensar en la tienda, surgen imágenes de espacios reducidos, ordenados, limpios. El consumidor la visualiza como una reducida área física donde es atendido con esmero y dedicación y en la cual tras de un mostrador se encuentra una o varias personas –generalmente de la misma familia- dispuestas a ayudarlo en sus necesidades, no importando si en algunas, por motivos de inseguridad social, tengan que empotrarse rejas. En su reducido espacio interior se impone el orden y el aseo, y donde lo poquito se organiza para surtir las demandas de sus consumidores.

b) Tienda Ordenada: No obstante el reducido espacio para exhibición, el consumidor evoca la tienda como algo ordenado. En sus estantes se corrobora la capacidad del tendero para colocar todo en forma ordenada en los estrechos espacios disponibles. Así, el merchandising de los tenderos es admirable en la medida en que los diferentes tipos de productos no son “puestos” de cualquier manera, son exhibidos bajo una lógica comercial que intuitivamente el tendero aplica. Todo ello está dispuesto de manera agradable y funcional. No solo los tenderos aprovechan el poco espacio, lo hacen como si supieran la rentabilidad de cada metro cuadrado (planometría). Los muebles y los enseres son puestos de tal forma que cada espacio es aprovechado al máximo. Las mesas y los asientos también conservan su propia lógica de orden.

c) Tienda Aseada: La pulcritud de los espacios también es evocada por los consumidores de las tiendas de barrio. El ambiente de limpieza ha sido primordial para que los consumidores visiten las tiendas sin preocupación alguna, sobre todo cuando se expenden productos preparados para el consumo humano. Pensar en la tienda es rememorar espacios en los que los pisos están limpios, las vitrinas siempre impolutas, no existen animales o insectos que polucionen el ambiente. Los productos perecederos están frescos y listos para ser ingeridos. El tendero se preocupa porque todo se encuentre aséptico y en excelentes condiciones para su utilización o para su ingestión. 

Credito
DAGOBERTO PÁRAMO MORALES

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