Una valoración justa

César Picón

Los actuales mandatarios están prácticamente de salida, y, a escasos nueve meses de terminar el periodo de gobierno, ya es posible hacer un balance de su gestión y evaluar qué tan positivo fue su paso por cada una de las administraciones locales y seccionales.

Quizá para el común de las personas la evaluación sea negativa. El desprestigio de las instituciones y los innumerables escándalos de corrupción no dan para menos. Pero vale la pena obtener elementos de juicio para hacer una valoración justa acerca de quienes nos gobernaron durante los últimos cuatro años.

De la sexta audiencia pública de rendición de cuentas del gobernador Delgado Peñón, se puede concluir, con plena objetividad y en ausencia de cualquier tipo de apasionamiento, que éste es uno de esos gobiernos que por sus logros y la forma como los ha alcanzado, ha cumplido cabalmente el mandato popular y la confianza que le entregaron sus ciudadanos.

Un barrido general muestra cifras ciertamente favorables para el departamento: más de 100 kilómetros de vías pavimentadas, 557 kilómetros de red vial recuperada, más de 50 puentes rehabilitados, 17 acueductos urbanos y 11 acueductos de centros poblados rurales en ejecución, cerca de 300 instituciones educativas con mejoramiento en infraestructura, decenas de becas para formación doctoral y de maestría, 37 ambulancias para los hospitales públicos, 34 mil familias beneficiadas con proyectos productivos, más de tres mil viviendas urbanas y rurales financiadas, miles de familias beneficiadas con proyectos de gas natural y electrificación rural, 25 mil equipos de cómputo y 24 mil tabletas entregadas a estudiantes, 400 puntos de acceso ciudadano a las TIC, y significativas obras de equipamento comunitario próximas a iniciarse en Ibagué y otros municipios, son apenas algunas de las inversiones que a la fecha demuestran un óptimo desempeño gubernamental.

Pero como si eso fuera poco, este Gobierno logró lo que muchos consideraban una misión imposible. El hospital Federico Lleras Acosta, que venía en inminente riesgo de desaparecer, actualmente se recupera gracias a los miles de millones que ha girado el Gobierno seccional para su saneamiento fiscal y financiero, y al manejo dado en la intervención de la Superintendencia de Salud.

La Lotería del Tolima, que había sido entregada por el anterior gobierno a punto de liquidarse y en el último lugar en crecimiento en ventas, hoy cuenta con el plan de premios más grande de su historia y se ubica en el primer lugar en crecimiento en ventas al haber aumentado en más del 65 por ciento las fracciones vendidas por sorteo.

La Fábrica de Licores del Tolima, que fue recibida por el actual Gobierno en Ley 550, logró salir de la quiebra en el año 2014 y aumentar ostensiblemente las ventas gracias a una magistral estrategia de reposicionamiento de la marca Tapa Roja.

A tan importantes logros se suman los ya conocidos por todos los tolimenses: el Contrato Plan Sur del Tolima, la consecución de la sede de los Juegos Nacionales y Paranacionales, el aseguramiento de los recursos para la construcción de la vía Cambao-Líbano-Manizales y otras obras viales en el norte del departamento y la remodelación del aeropuerto Perales, entre otros.

Todo lo anterior, sumado a una actitud de Gobierno transparente que fue ratificada por la misma Procuraduría General de la Nación a través de una ejemplar calificación, deja claro que éste Gobierno será recordado como el que demostró que, sin recurrir a prácticas administrativas deshonestas, es posible alcanzar imponentes hechos de grandeza y cumplirle a los tolimenses.

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