El viernes pasado se llevó a cabo la audiencia pública de rendición de cuentas (periodo 2012-2015), de la Corporación Autónoma Regional del Tolima. En completo contraste con la supuesta “falla estructural”, que pocos días antes advertía un organismo de control, en este evento se observó que en el último cuatrienio la CAR se ha venido fortaleciendo a nivel técnico, financiero y administrativo, logrando potenciar el alcance e impacto de sus intervenciones, contribuyendo de manera determinante a la protección de los recursos naturales de nuestro departamento.
Los avances son evidentes: i) los recursos de inversión aumentaron en un 50% con relación al año 2011, producto de la gestión realizada con entidades del orden regional, nacional, e incluso con la cooperación internacional; lo más importante, gran parte de estos fondos fueron destinados al manejo y protección de las principales cuencas hidrográficas de la región.
ii) se ha seguido avanzando en la construcción de los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas de ríos tan importantes como el Gualí, Recio, Luisa y Guarinó. iii) poblaciones indígenas que antes sufrían la inclemencia de la temporada seca, hoy en día cuentan con reservorios y jagüeyes que almacenan más de 38 mil metros cúbicos de agua, para garantizar el consumo de los hogares y la sostenibilidad de sus actividades productivas.
iv) como un hecho sin precedentes en la protección de la Fauna, Cortolima, en conjunto con la anterior Asamblea Departamental, declaró al departamento del Tolima como el primero a nivel nacional Libre de Maltrato Animal, a través de la ordenanza que prohíbe la exhibición de animales silvestres y exóticos en espectáculos públicos. v) una humilde mujer a la que le fue cerrada su “marranera” por contaminar las fuentes hídricas cercanas, logró nuevamente abrirla, esta vez cumpliendo cabalmente con la norma, gracias a los 32 convenios de producción más limpia suscritos con subsectores como el Porcícola, Ganadero y Arrocero, entre otros.
vi) en la minería también hubo intervenciones destacadas, por un lado, se avanzó en la formalización de pequeños mineros –no contaminantes-, haciendo viable y sostenible el trabajo de Barequeros y Paleros; por el otro, se bloqueó oportunamente el avance de la minería contaminante mediante operativos de control de la minería ilegal y la suspensión de algunas actividades de la multinacional AGA en los municipios de Piedras y Cajamarca.
vii) a todo lo anterior, se suman los esfuerzos por ampliar en varios miles de hectáreas las reservas forestales protectoras y la adquisición de predios en ecosistemas estratégicos para garantizar su conservación.
No obstante todavía quedan muchos desafíos por enfrentar: los recursos de inversión siguen siendo escasos para un departamento que presenta los más altos niveles de vulnerabilidad frente al cambio climático. La delimitación de los páramos sigue siendo urgente, sobre todo cuando hay intereses de desarrollar proyectos mineros a gran escala en zonas de alto valor ambiental, y cuando persisten actividades productivas que continúan deteriorando la función ecológica de las “fabricas de agua”.
La implementación y masificación de mecanismos de pago por servicios ambientales puede convertirse en una eficaz herramienta para asegurar la conservación de ecosistemas, entre muchos otros.
Claramente, la Corporación ha venido cumpliendo con eficiencia su misión institucional, seguramente con este buen desempeño y el apoyo de toda la sociedad tolimense, seguiremos observando resultados positivos en material ambiental. Algo que por supuesto nos interesa y beneficia a todos.
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