Si los perros ladran…

César Picón

Apenas vieron que era en serio y que múltiples actores sociales y políticos de la ciudad se unieron a la causa, los enemigos de la Consulta Popular empezaron su cruzada para tratar de desprestigiar la más grande iniciativa que haya podido gestarse en Ibagué.

Los argumentos que han presentado son tan inverosímiles como sospechosos, esto último porque no se entiende cómo quienes en algún momento se mostraron como férreos defensores del medio ambiente y que incluso cuando fungían de candidatos a cargos de elección popular alzaban la bandera de rechazo a la minería contaminante, hoy se declaran en contra del mecanismo que pretende proteger el agua y la sostenibilidad ambiental de la ciudad. Francamente esas actitudes dejan mucho que pensar.

¿Estarán haciéndole el juego a gobernantes pro mineros en búsqueda de hacer méritos para hacerse acreedores a la famosa mermelada?, ¿habrán sido cooptados por la “compra de legitimidad y apoyo” que a veces practican las empresas extractivas?, ¿Será que no resisten que sean otros actores quienes movilicen a la ciudadanía en torno a un propósito común como la defensa del agua?

¿Estarán buscando recuperar la popularidad que otrora tuvieron, a expensas de instigar contra los líderes de la Consulta Popular?; la verdad es que cualquiera de las anteriores podría ser la respuesta correcta. Los “cuentos chinos” que han querido difundir carecen de toda lógica y, por supuesto, van en contravía de lo que la ciudadanía moderna está reclamando: líderes serios y coherentes, que no les dé miedo desafiar el establecimiento para defender el interés colectivo; sobre todo cuando se trata de defender, ni más ni menos, el agua y demás recursos naturales que nos pertenecen a todos los ibaguereños.

Apoyar la Consulta Popular para blindar a Ibagué de la minería contaminante exige invitar a votar por el No, lo demás son excusas que utilizan los opositores para camuflar sus verdaderos intereses.

El 2 de octubre vamos a refrendar en las urnas todo lo que nos une como ibaguereños, por eso no debemos dejarnos distraer. Como en la famosa novela de Cervantes “Don Quijote de la Mancha”, hoy podemos decir que “si los perros ladran, es señal que cabalgamos”; si varios líderes reconocidos están atacando la Consulta, significa que estamos haciendo las cosas bien y que vamos en el camino correcto para lograr una victoria contundente. Los detractores verán cómo en elecciones futuras les explican a sus electores la posición contraria que asumieron en esta iniciativa popular.

La lucha ciudadana debe mantenerse incólume a pesar de los embates que algunos quieran lanzar. Sabemos que esta causa es justa y merecedora de todo sacrificio, incluso el de tener que enfrentarnos con quienes pretenden perturbar y confundir al pueblo ibaguereño.

No está de más invitar a los críticos a reflexionar. Todavía están a tiempo de unirse a esta gesta ciudadana. Si deciden no hacerlo y continuar su oposición a la Consulta, entonces quedan invitados a controvertir de frente y con argumentos.

Que refuten de manera clara y objetiva las razones contundentes que tenemos para promocionar la Consulta, pero que no apelen a cuestiones fachosas para evadir el debate que el actual momento político merece.

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