El alcalde que renunció a la gloria

César Picón

Habría podido pasar a la historia como un grande. Hubiese sido recordado por generaciones enteras como aquel que tuvo el tesón para luchar al lado de su pueblo contra uno de los proyectos mineros más grandes del mundo. Habría logrado excepcional prestigio a nivel nacional e internacional y se hubiera convertido en un referente de la lucha socio ambiental que hoy en día se libra con ahínco en tantos territorios colombianos.

Pero lamentablemente hay quienes cambian la gloria por vanas ilusiones. En lugar de apoyar la causa de su gente -del pueblo que lo eligió-, el Alcalde de Cajamarca parece estar decidido a aceptar la explotación minera de La Colosa, según él, porque ello le puede representar los recursos económicos necesarios para cumplir con su Plan de Desarrollo. Según la publicación de un portal web, el Alcalde de Cajamarca dijo en un reciente discurso que “todos los alcaldes han trabajado con AngloGold Ashanti. Aquí no puede venir ninguno a decir que no recibió. Y todos los que vengan tendrán que trabajar con la empresa, o es que no le van a cobrar impuestos. Es una falacia, o si no con qué hacemos las obras, con qué cumplimos si no tenemos plata. Este es un municipio de sexta categoría, para poder trabajar y hacer las cosas se necesita plata”.

No obstante, hay malas noticias para el Alcalde de la despensa agrícola: los anhelados recursos que espera recibir no van a llegar. Si está esperando las regalías, debe saber que estas se liquidan sobre la cantidad de oro producida en boca de mina, es decir, en etapa de explotación. Por ahora, La Colosa está en exploración y se calcula que solo hasta después del año 2022 se extraería la primera onza de oro, cuando el Plan de Desarrollo 2016-2019 haya expirado. Además, los recursos que en determinado momento llegarían por regalías directas serían miserables, para el territorio productor serían aproximadamente 25 mil pesos por cada 4 millones de riqueza generada.

Por otra parte, si está contando con el impuesto de Industria y Comercio (ICA) que pagan las empresas sobre los ingresos que perciben, tal vez no sepa que el artículo 231 del Código Minero establece: “La exploración y explotación mineras, los minerales que se obtengan en boca o al borde de mina, las maquinarias, equipos y demás elementos que se necesiten para dichas actividades y para su acopio y beneficio, no podrán ser gravados con impuestos departamentales y municipales, directos o indirectos”. Siendo el ICA un impuesto municipal, AngloGold Ashanti estaría excluida de pagar tal tributo.

Los demás impuestos que pudiera pagar este proyecto (IVA, Cree, Impuesto de renta) se irían al fisco nacional, en donde ya se sabe que se transfieren de manera inequitativa y sobre todo terminan beneficiando los territorios más prósperos, no las pequeñas poblaciones productoras que, ciertamente, se quedan con todos los problemas sociales y ambientales que trae consigo la minería a gran escala.

No queda más que esperar una victoria contundente del No en la Consulta Popular impulsada por sectores ciudadanos y apoyada por un grupo de concejales serios y coherentes de ese municipio. De esa forma el pueblo cajamarcuno mantendría la dignidad que su Alcalde, embelesado con falsas expectativas, parece estar dispuesto a pisotear.

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