Unos en la cama…

La reforma tributaria presentada por el uribismo es un “atraco a mano armada” para todos los ciudadanos y en especial la clase media del país que verá refundidos sus escasos ingresos entre el pago del impuesto de renta, la gasolina y los servicios públicos más caros por el IVA, y el alza en el mercado mensual por cuenta del encarecimiento de las materias primas para el pollo, la leche, el arroz y los huevos.

Como los cangrejos

Ante la inminente nueva ola de contagios y muertes por Covid-19 varias ciudades cerraron y confinaron a su población. En ciudades intermedias como Ibagué aun no se han tomado esas drásticas decisiones, pero parecen venir.

Al caído, caerle

No es que al uribismo se le haya despertado la sensibilidad social para pensar en los más pobres y desposeídos, sus acciones habituales no han demostrado ese carácter, lo que pasa es que nunca antes había visto tan amenazada su permanencia en el poder que ahora propone una reforma tributaria que, a expensas de la empobrecida clase media, promete ampliar programas sociales que seguramente espera ver retribuidos en votos.

Cuidar la casa común

La pandemia no puede ser la excusa para permitir el deterioro del equipamiento de la ciudad y el retroceso en la prestación de servicios públicos que habían venido mejorando su eficiencia en los últimos años. Las denuncias ciudadanas que se quejan diariamente por el abandono de los parques, el mal estado de las vías urbanas y rurales, el menoscabo de los pocos contenedores de residuos que hay sobre las principales vías de la ciudad, la inoperancia de la red semafórica, los constantes cortes en el servicio de agua, entre otros, no son producto de ninguna persecución de los opositores del actual gobierno o de alguna estrategia maquiavélica orquestada para desprestigiarlo, son, simple y llanamente, el resultado de la falta de gobernabilidad y la precaria coordinación interinstitucional para atender las obligaciones que tienen las entidades públicas que tienen bajo su responsabilidad esos asuntos.

Campaña del miedo


La entrevista de Vicky Dávila a Petro publicada ayer en la Revista Semana es apenas una muestra de lo que hará el establecimiento para tratar de retener el poder en manos del uribismo. Vale la pena leerla o ver el video para entender el propósito real de una entrevistadora que con todas las preguntas trató de inducir respuestas sobre temas sensibles para la opinión publica, que después pudieran ser usadas en contra del candidato.

Con esos amigos…

Que el acto principal de la visita del Presidente Duque a Ibagué haya sido la demolición de una casa de expendio de drogas es una ofensa para la sociedad tolimense. Que no tenga nada que venir a decir en relación a los problemas que más aquejan estas tierras como son el desempleo, la creciente pobreza y la escasez de recursos para concretar proyectos que fortalezcan la competitividad de la región, es la clara muestra que no existe un compromiso real del Gobierno Nacional para ayudar a cumplir los planes de desarrollo territoriales y que no tenemos una clase política organizada que exija con contundencia respuestas de fondo a las necesidades que tenemos en la región y que haga seguimiento a los compromisos pactados.

Enemigo equivocado

Siempre se ha dicho que mientras la derecha de este país se organiza fácilmente para competir por el poder, los sectores de centro, izquierda y los alternativos acostumbran a enfrascarse en peleas banales y pocas veces terminan poniéndose de acuerdo para dar una lucha unificada. Desafortunadamente, eso está pasando.

Parar la guerra

Esta semana se conoció por parte de la JEP que los falsos positivos producidos durante el Gobierno Uribe superaron las 6.400 víctimas, el triple de lo que contabilizaba la Fiscalía. Algunas organizaciones defensoras de derechos humanos aseguran que son más de 10 mil. Las fuentes oficiales, en contraste, siempre presentan cifras inferiores.

Liberales con Petro

El Partido Liberal debe iniciar de inmediato diálogos con la Colombia Humana para explorar una eventual coalición para las presidenciales. Sea del agrado o no de los directivos nacionales, una parte de las bases del Partido (puede ser la mayoría) reconocemos en Gustavo Petro un verdadero Liberal que está reivindicando las luchas sociales que otrora eran consigna del partido rojo y que le otorgaron la chapa de ser el Partido del Pueblo. Desde la concepción ideológica y filosófica nos identificamos plenamente.

Les falta Petro

Si le preguntamos a los integrantes de la incipiente “coalición de centro” cuál es la bandera que cada uno enarbola, ¿qué responderían? Probablemente Fajardo diría que la educación, De la Calle y Cristo insistirían en la paz y el necesario cumplimiento de los acuerdos para poder consolidarla, Robledo refrendaría la lucha obrera y la puja por producir transformaciones que disminuyan las desigualdades sociales, Galán alzaría la voz por políticas progresistas frente a la lucha antidrogas y la implementación efectiva de la Ley de tierras, y Angélica Lozano, en nombre de una parte de los verdes, reclamaría su lugar en la lucha contra la corrupción y la defensa del medio ambiente. Todos tendrán dentro de sus luchas algo o mucho de las de los demás. Nadie puede discutirlo, tienen un trabajo comprobado en esos ámbitos y seguramente tienen mucho por ofrecerle al país.