La educación, pilar del progreso

Eduardo Pilonieta Pinilla

Cuando la educación dejó de ser vocación y se volvió un negocio, el país empezó a vivir épocas difíciles, pues cuando la base de una sociedad falla todo el entramado que la compone se resiente.

Es en la década de los setenta, cuando empezó el auge de los Centros Educativos, lo que debió haber sido un modelo de desarrollo terminó convertido en toda una farsa para los ingenuos que buscan educarse.

Hasta entonces, las instituciones de educación eran cuidadosas en la selección del profesorado y desde luego de sus estudiantes y sus currículos, buscando la calidad, sacrificando la cantidad; pero al convertirse en empresas expedidoras de títulos, se produjo una inversión de la premisa y entonces empezó el sacrificio de la calidad para mejorar el P y G.

Ello se dio y se está dando en la educación privada, mientras que en la oficial vemos como el principal programa académico es el de la protesta social y por ello se la pasan parando por cualquiera de los motivos que tienen para hacerlo.

Lo anterior tiene como resultado el que nuestro nivel educativo sea bajo y de calidad deficiente, repercutiendo en el desarrollo nacional, máxime cuando la historia nos ha demostrado que los países que entendieron que lo esencial es la educación y han obrado en consonancia, están alcanzado altos niveles de progreso, precisamente porque la base del mundo moderno es la educación.

Desde luego, esta apreciación tendrá muchos detractores: a los educadores se les daña el magnífico negocio, a los estudiantes se les exigiría cada vez más y el sector oficial luchará para que no se le saque de la zona de confort; pero el país debe despertar, pues estamos en la era del conocimiento y a éste solo se llega por la formación de los pobladores del mismo.

Si logramos entenderlo, el futuro de Colombia estará asegurado; pero si no lo asimilamos, continuaremos siendo el país descuadernado que hemos sido y veremos pasar por nuestras narices el desarrollo de los países que reforzaron la educación y la convirtieron en el pilar de su progreso para el siglo XXI.

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