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Yo, sigo conectado con ‘Los Sabios de La Pola”, inteligentes jubilados, hoy pálidos y temerosos de acrecer las estadísticas letales de su especie en vía de extinción, y recelosos de la melosa expresión ‘proteger los abuelitos’: “Que nos confinó, con menos horas de sol que un preso”. La sesión del martes la dedicaron a los clarividentes.
Anotó el primero: “No creo en ellos. Supe que hace 450 años, uno predijo la pandemia. Pero, si tan atinados son, ¿por qué hoy no los contratan las oficinas de planeación en Colombia para acertar más? Además, los fans de esos adivinos son quienes interpretan y exageran sus textos. Y para eso aquí hay especialistas: Los políticos corruptos manipulan e interpretan a su amaño la biblia, la constitución, las leyes, los códigos, las cuentas, los contratos, etc. Yo, consultaba una adivinadora, pero cuando golpeaba en su puerta, preguntaba: ¿Quién es? Dije: esta bruja no sabe nada. Y jamás volví.”
“Pues cree, -tercia otro-, estamos en el año chino de La Rata de Metal, que predice: ‘Lo que fue, ya no es ni será’, vendrán tiempos de dura purificación para una humanidad materialista, codiciosa, lujuriosa, excedida, desviada. Sobrevivirá quien se adapte al acelerado cambio climático, geopolítico y social. Y, tome nota exmagistrado: colapsarán nuestras instituciones, habrá un conflicto bélico apocalíptico, y de China y Europa, llegarán inmigrantes por millones a nuestro continente huyéndole a la peste”.
“Creo en lo paranormal –apoya otro-, hasta en la serie de Los Simpson en 1993, se presagió que esta peste llegaría del Asia. Pero la vecina que me lee el Tarot, dice que esto pasará rápido, como vino, no habrá fin de la humanidad. ¡Todo seguirá igual! Ese es el castigo. No me gusta que auguren para pronto la muerte de la Reina Isabel que sólo tiene 93 años. Ella, cuando estuvimos en Londres, nos saludó desde una ventana del palacio de Buckingham. Aunque después mi mujer dijo que había sido una camarera limpiando vidrios. Otra cosa no buena, es que predicen que un presidente de USA no terminará su mandato. Ojalá no sea por una gripita.”
Viejos enterados, sacaron a relucir para este sufrido y atípico año: caída de aerolitos, terremoto devastador en California por la falla de San Andrés, que se agranda más con tanta visión agorera. El que fue seminarista, antes de ser veterinario, dice que todo es cierto, que es hora de elevación espiritual y de establecer línea directa con el Ángel de la Guardia, antes del cambio cósmico en la órbita del planeta.
Ante tal catastrofismo, al terminar vacuné mi psique recordando la rotunda frase de W. Churchill: “Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir”. ¡Aunque, quién sabe…!
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