La criptocracia: ¿un mito?

Polidoro Villa Hernández

“Creced y multiplicaos”. Esta gozona convocatoria que parecía urgir la colonización de la galaxia entera se practicó a galope tendido, y hoy, con 7.800 millones de estómagos gruñendo, nuestro sobreexplotado, enfermo y caliente planeta llega al límite para llenarlos.
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El exceso de gente ha sido carne de cañón, mano de obra barata esclava, masa engañada que protesta, recua en embaucadores mítines politiqueros, y agente depredador y productor de inmundicias que contaminan mar y tierra.

En el pasado, guerras y pestes algo aligeraron el planeta del “animal más dañino que existe”, pero de la coyuntura actual, nuestro mundo no va a salir bien librado: hoy nos impacta la muerte de 400 mil seres, pero expertos calculan que la pandemia entregará ¡47 millones de embarazos no deseados! Y es que los repartidores de moto ‘vuelan’ con la ansiada comida chatarra o alguna dosis de maracachafa para la angustia, pero nunca los apuran por anticonceptivos. Total: seremos más en el 2021.

Un vecino, profesor, intelectual estructurado y asiduo visitante del internet profundo, asegura que los países son totalmente manipulados a través de poderosas conspiraciones globales que nos afectan e ignoramos. Él, que combina filosofía matemática con apocalipsis, física cuántica y mundos paralelos, afirma que está previsto que el 50% de la población debe ser exterminada para evitar la extinción de la especie humana. Inclusive, que 500 millones sería la población ideal para el planeta.

¿Y quién hará esta selectiva ‘limpieza’? Revela: “La mafia del Gran Poder, el Gobierno Invisible: La Criptocracia. Los gobiernos del tercer mundo elegidos en fementidas ‘democracias’, solo son marionetas que bailan cuando los poderosos tiran los hilos. Mientras que por aquí los políticos envejecen en saqueos chichipatos y vacuas divagaciones ‘ideológicas’, en otras latitudes élites con influencia, autoridad e inagotables recursos, hace décadas se aliaron para calladamente crear una dictadura planetaria y purgar la humanidad. Y sin consulta previa.”

“Mire: La pandemia puede ser un ensayo. Somos seres prescindibles. Los poderosos del mundo nunca dejarán que los pobres les quiten comida y privilegios. Con la masificación de la tecnología perdimos privacidad y libertad individual. Hoy, la base de datos del supermercado o de su banco, sabe más cosas de usted que toda su familia. Agréguele que sus comunicaciones: celular, fijo, correo electrónico y todo acceso a Internet pueden ser tamizadas y escuchadas por máquinas que interceptan y analizan 3.000 millones de comunicaciones diarias. Entonces, cualquier falla hará que lo incluyan en la lista fatal. Usted existe, en la medida que las máquinas acepten que existe”.

Por sus títulos, erudición y lucidez mental, este profesional no necesita una camisa de fuerza. ¿Habrá entonces que revivir el decir de las abuelas: “No hay que creer en brujas, pero que las hay… las hay”?

EL NUEVO DÍA

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