Desempeño de la economía en 2012, lecciones no aprendidas

El pasado jueves 21 de marzo, el DANE publicó el dato del crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2012, el cual reveló que durante el año 2012 la economía colombiana creció en 4,0 por ciento con relación al año 2011.

Después de la crisis financiera global de 2008, la economía colombiana venía mostrando un comportamiento favorable y dinámico, con crecimientos anuales del orden de 1,7 por ciento (2009), 4,0 por ciento (2010), 6,6 por ciento (2011), y el último dato: 4,0 por ciento (2012).

Celebro que no haya estado por debajo del cuatro por ciento como ya muchos anticipaban, pero me pregunto: ¿Es esta la velocidad de crucero que los ministros del gabinete aseguran que el ejecutivo quiere para la economía colombiana?


Con un flujo de IED en 2012 de 16 mil 684 millones de dólares que supera de lejos los 15 mil 33 millones de 2011, crecimos casi tres puntos porcentuales menos. En contraste, en el 2010, año en que la economía también creció al 4,0 por ciento solo entraron al país nueve mil 485 millones de dólares de IED, es decir, mientras el flujo de inversión extranjera de 2012 sobrepasó en un 76 por ciento al de 2010, el crecimiento de la economía se mantuvo igual.


El discurso del ejecutivo genera expectativas en los agentes, pero la estrategia que usó el Gobierno de negar hasta el cansancio los síntomas de enfermedad holandesa que padece la economía colombiana, tan obvios para la gran mayoría de expertos en la materia, no funcionó y por el contrario, les impidió anticipar la crisis de la industria con medidas oportunas .


El sector real empezó a verse afectado por la revaluación del peso y ahora el sector de explotación de minas y canteras sólo crece al ritmo de un 2,6 por ciento en su variación porcentual trimestral y un pobre 1,5 por ciento en su variación porcentual anual con respecto al cuarto trimestre de 2011.


Lo anterior intensifica los efectos del ciclo económico y sumado a la desindustrialización que durante dos años advertimos desde la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana, debida especialmente a la falta de una política industrial de nueva generación, sugiere que la tan anhelada velocidad de crucero para la economía colombiana será cada vez más esquiva.


La afirmación del Gobierno Santos de que no hay desindustrialización, se cae por su propio peso. No sólo se sabe que la industria reveló un crecimiento nulo en 2012, sino que ahora, con los resultados del PIB, sabemos que fue el único sector que tuvo un comportamiento negativo el año pasado, con una variación porcentual anual de -0,7 por ciento.     


Adicionalmente, si se compara con el cuarto trimestre de 2011, la industria manufacturera observa una variación anual de -3,1 por ciento. En otras palabras, por donde se mire al sector fabril, este está cayendo y de nada sirve que algunos, incluyendo al otrora gremio industrial, pretendan seguir tapando el sol con las manos.


Es hora de que se dejen de manejar las expectativas de los agentes de la economía por medio del discurso y se empiecen a crear herramientas y políticas que garanticen su desempeño más ambicioso propendiendo por un crecimiento estable y cercano a su potencial que a la vez genere mas empleos para los colombianos.


Lo anterior evidencia la necesidad de desarrollar políticas productivas (agrícola y manufacturera) competitivas y complementarlas con políticas de empleo que mejoren la calidad de vida los colombianos.


Ello tendrá un impacto benéfico, además en que incrementará la demanda interna y permitirá mantener un circulo virtuoso de crecimiento, empleo, inversión, seguridad y paz. Eso es lo que merece Colombia.

 

Colprensa

Credito
MARTHA LUCÍA RAMÍREZ

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