Natagaima, la caja menor de Arciniegas

Iván Ramírez Suárez

Es bien sabido que la huella delictual del abogado Orlando Arciniegas Lagos no solo quedó marcada en el Municipio de Ibagué, sino en empresas estatales como la Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Tolima (Edat), hospitales y varios municipios del departamento. Natagaima, bajo el mandato de David Mauricio Andrade (2012 – 2015) fue parte del botín.

Durante los cuatro años que Andrade ejerció como alcalde, Arciniegas no solo fue el asesor de despacho, sino el encargado de realizar los procesos de contratación de la Alcaldía, la Empresa Municipal de Servicios Públicos y del Hospital San Antonio. Direccionó la inversión por ingresos fijos anuales del Sistema General de Participaciones, los del Fondo de Compensación Regional y Funcionamiento del Sistema General de Regalías, los provenientes del Departamento de la Prosperidad Social y los del Fondo Nacional de Adaptación.

A Arciniegas solo se le veía en el municipio una o dos veces al mes. Pero a su oficina y residencia en Ibagué acudían el alcalde y el personal directivo de confianza para tratar personalmente las decisiones contractuales y financieras de interés. Como fue su estilo, las licitaciones eran de las llamadas “chaleco” y/o de un solo proponente, dentro de las cuales estuvo presente el famoso convenio con fundaciones y corporaciones para manejar los recursos de la salud, los resguardos indígenas, reforestación y medio ambiente, entre otros, provenientes del Departamento y de la Nación.

Aunque son varias las denuncias penales, disciplinarias y fiscales que se han instaurado contra el ex alcalde Mauricio Andrade y algunos de sus subalternos, solo existe a la fecha una condena en firme proferida por la Contraloría Departamental (resolución del 19 de julio de 2017, proceso 112 – 0892 – 2014) que halló responsables fiscales a Andrade, al secretario de Agricultura Víctor Vizcaya Ortíz y la compañía Suramericana de Seguros, entidad que expidió las polizas de manejo a los anteriores. Se les condenó a pagar 37 millones 404 mil pesos, por haber causado detrimento patrimonial al Municipio al celebrar un convenio con la Fundación Sembrar (13 de mayo de 2015) por un valor superior a los 192 millones, cuyo objeto era reforestar unos predios en la vereda Montefrío y el cual se realizó con violación manifiesta de los principios de contratación estatal, se ejecutó solo en un 47 por ciento, pero sí se pagó el valor total del contrato, haciéndose una adición dineraria al mismo cuando ya se sabía del evidente incumplimiento por parte del contratista.

La Veeduría Ciudadana de Natagaima es la única organización de control social que le ha puesto el pecho a la brisa y se ha atrevido a denunciar las que considera son “aberrantes y delicadas irregularidades contra el erario” en ese municipio. Sus integrantes, prestantes ciudadanos y profesionales, dicen que si la Fiscalía y la Procuraduría actuaran eficazmente, Andrade no estaría de gerente del Hospital de Melgar, como funge en la actualidad, porque el dinero extraviado en obras como las de el Centro Integral San Simón, mejoramiento de vivienda, el alcantarillado de Velú y la Unidad Deportiva de Natagaima, entre otras, a pesar que en total suman varias decenas de miles de millones de pesos, eran solo la caja menor de Orlando Arciniegas, condenado y en prisión como principal timador por la inconclusas obras de los XXV Juegos Deportivos Nacionales a realizarse en Ibagué, amigo y hombre de confiaza del ex alcalde Andrade.

@jiramirezsuarez

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