¿Tensión mundial?

Iván Ramírez Suárez

El orden político internacional está de nuevo convulsionado. El intento de asesinato al ex espía ruso Serguéi Skripal y su hija en territorio británico, fue suficiente para que Theresa May, jefe de Gobierno, tomara medidas de hecho y bajo la premisa de una posible responsabilidad del presidente ruso, Vladímir Putin, en el fallido crimen, expulsara a integrantes de su delegación diplomática en el Reino Unido.

La medida fue respaldada por numerosos Estados que integran la Unión Europea y por el presidente Donald Trump de Estados Unidos, quien adoptó vías de hecho similares con las delegaciones diplomáticas Rusas. Putin, como represalia, expulsó 59 integrantes de las delegaciones de la Unión Europea en Rusia, 23 delegados británicos y 60 estadounidenses.

Este gravoso incidente diplomático, se suma a un gran número de conflictos armados internacionales en los que los intereses de estas tres potencias se hallan enfrentados, y a los que se suman los de China, Irán y otros estados de Europa.

Aunque la normatividad positiva internacional proscribe el uso de la fuerza y de la guerra como medio para solucionar los conflictos (Tratado - Brian Kellog 1928, Carta de las Naciones Unidas preámbulo y artículos 2, 3, capítulo VI, entre otros), la diplomacia contemporánea no ha funcionado y, por el contrario, los acuerdos logrados bajo el gobierno de Barak Obama, vienen siendo desconocidos por Donald Trump, poniendo en riesgo las relaciones con China y reviviendo viejas confrontaciones con Irán y Palestina.

A China, Trump le ha variado unilateralmente los porcentajes arancelarios acordados por Obama en tratados bilaterales comerciales. A irán le ha anunciado que desconocerá los acuerdos sobre producción y reducción de armamento nuclear. Y con Palestina, se pretende incidir en la disputa territorial a favor de Israel, al trasladar la sede diplomática de Tel Aviv a Jerusalén, como un reconocimiento de facto a su soberanía, piedra angular de esa centenaria confrontación.

Dentro de la organización política de la sociedad internacional, es indiscutible el papel que para estos conflictos tiene el Consejo de Seguridad, parte estructural de Naciones Unidas. Sin embargo, su rol de órgano de poder punitivo y coercitivo en las confrontaciones armadas, es duramente cuestionado, dado el derecho al veto que se abrogaron las potencias triunfantes en la Segunda Guerra Mundial, lo que hace casi que imposible que delegados diplomáticos del Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Rusia y China, quienes lo integran, cedan un ápice para adoptar decisiones o medidas correctivas fuertes contra sus aliados o contra ellos mismos.

@jiramirezsuarez

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