La cura de Chávez

Al regreso de Chávez de Mercosur, anunció en el aeropuerto de Maiquetía que convertirá a Venezuela en un gran viñedo.

Todos pensaron que sería otra de sus locuras, que seguía hablando como el gran papagayo de su programa ‘Aló Presidente’. ¿Un gran viñedo en Venezuela? La gente se preguntaba: ¿será que ahora si está loco de remate? No, más cuerdo no ha estado nunca.

En el Brasil vio las 150 mil hectáreas sembradas de uva del trópico, la Vitis Rupestre. Gracias a esos vinos de uva del trópico que le enviaron sus amigos Lula y Rousseff la presidente, las células cancerosas que atacaban agresivamente el organismo de Chávez se han detenido.


Claro está que no se puede desconocer el éxito de la medicina cubana, que logró extirpar el tumor cancerígeno que hacía metástasis por todo el organismo.


Queramos o no a Chávez, lo cierto es que ha sorprendido al mundo con su vitalidad en esta campaña que se aproxima al final.


El contenido de resveratrol de los vinos elaborados con la uva Vitis Rupestre, conocida como Isabella o Concord, hace que ese potente antioxidante descubierto hace muy poco por un científico malayo en la universidad de Yale en EU, evite el daño voraz sobre las células sanas.


La explicación que ha dado el Doctor Honrad Howitz es la siguiente: “el Resveratrol contenido en las uvas tinta actúa sobre la célula cardiaca retardando el envejecimiento general, por lo que el corazón manteniendo su actividad generadora de flujo sanguíneo, hace que los demás órganos del cuerpo también mantengan sus funciones vitales”.


Añade el profesor Honrad Howitz, “que las levaduras comparten 6.500 genes con el ser humano y que la vida de hongos y levaduras se prolonga sustancialmente en el proceso vinícola, que al llegar al cuerpo humano producen un efecto al parecer idéntico.


La razón de la baja tasa de infartos en la zona del Mediterráneo se le atribuye al efecto antioxidante del vino tinto, y la gran mortalidad de origen cardiaco que presentan países no consumidores de vino como EU, Inglaterra, e  Irlanda, se debe a las grasas de origen animal, y grasas hidrogenizadas de soya, colas, girasol, que al no estar tamizadas por el Resveratrol de los vinos tintos, conllevan el taponamiento de arterias y venas”.


Fidel y Chávez, contra todas las predicciones, nos darán para rato como el elegante Johnny Walker, que se pavonea desde hace 200 años en las mesas de los bebedores de whisky.


El Vicepresidente Angelino Garzón me ha pedido varias botellas de Vino Perú de la Croix de aquí de Zapatoca, pensando en que pueda resistir una campaña presidencial y recuperar la memoria paquidérmica de los elefantes y la longevidad de los camaleones. Santos, aunque no lo crean, también me ha pedido unas botellas de Perú de la Croix, quiere sanarse del grave dolor de rodillas.

Credito
SERGIO RANGEL

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