Yesid Castaño, exgobernador del Tolima y discípulo del maestro Alfonso Palacio Rudas, resaltó el antecedente político de 1987 cuando el Tolima, en cabeza de los gremios económicos y en particular de la Cámara de Comercio de Ibagué, realizara una convocatoria pública para que se citara a una Asamblea Nacional Constituyente.

Tanto él como Mauricio González, ex presidente de la Corte Constitucional, coincidieron en que la contribución más importante del Tolima en la confección de la constitución política de Colombia fue la realizada por Alfonso Palacio Rudas a tal hecho que éste fue designado como el constituyente más importante. Temas como la reforma del Banco de la República, la visión de la parafiscalidad, la moción de censura y la elección popular de gobernadores tienen el sello personal del maestro, como también lo tienen la limitación de los poderes legislativos del Ejecutivo con el fin de frenar el abuso de éste, dándole al Congreso la tarea de la expedición de normas constitucionales.

Para Mauricio González, un hecho relevante en el debate de la Asamblea Nacional Constituyente fue la influencia del pensamiento de Darío Echandía en los temas del balance de los poderes públicos y el establecimiento de una jurisdicción constitucional en la cual las normas constitucionales priman sobre todo el ordenamiento institucional estando este sujeto a los principios constitucionales.

El papel de la izquierda democrática del Tolima fue expuesto por el politólogo Camilo González Pacheco, resaltando que la constituyente fue una expresión de paz en la cual el Tolima participó activamente. Un antecedente de convocatoria fue el llamado hecho desde Natagaima por Carlos Pizarro cuando fracasó en el Congreso de la República la convocatoria de Asamblea Nacional. González Pacheco recordó que el otro constituyente tolimense elegido en la lista de ADM19 fue Abel Rodríguez.

La discusión final se dio sobre el concepto de constitución como regla de juego y compromiso de aceptar las decisiones institucionalmente tomadas, el equilibrio de poderes y la reforma de reelección presidencial y su impacto en la corrupción del Estado.

Por último los conferencistas concluyeron que la Constitución Política es un pacto de paz nacional, por lo que brinda la posibilidad de que las distintas tendencias políticas puedan gobernar bajo el mismo marco institucional. La Constitución tiene un diseño de rango de movilidad política que permite controlar las tendencias de los gobiernos para que estos no caigan en excesos y pueda así la Nación ser una democracia.