Una política pública que debe continuar

Yo no voté hace cuatro años por Chucho Botero para que fuera Alcalde de Ibagué, sin embargo si existiera la reelección no dudaría en votar por él. En otras palabras le daría continuidad a su política de gobierno.

Y uno de los criterios por lo que lo haría son los excelentes resultados del manejo de las finanzas del municipio, hecho demostrado por el DNP y por la Dirección de Apoyo Fiscal, entidades técnicas e independientes a las afugías de la política electoral local.

En una ciudad en donde la memoria colectiva es tan frágil, y en donde para algunos es muy fácil desinformar, vale la pena recordar que hace algunos años las finanzas municipales pasaban por un momento crítico y que gracias al trabajo del equipo de hacienda de la Alcaldía (el cual se conformó en la administración Rodríguez Góngora y acertadamente el alcalde Botero dejó), hoy Ibagué está entre los cincuenta primeros municipios a nivel nacional y primero a nivel departamental, situación que entre otras cosas no es resultado del azar como quiera que desde el año 2008 Ibagué viene mejorando en esta área de la gestión pública, pasando del puesto 260 al 211 y ahora al 47.

El manejo de las finanzas por parte del equipo de hacienda ha sido acertado; se han fortalecido los recursos fiscales, el peso relativo de la inversión frente al gasto, la capacidad de respaldo para endeudamiento y la generación de ahorro.

Para quienes hasta ahora se adentran en el mundo de las finanzas públicas es oportuno comentar que el desempeño fiscal de un ente territorial tiene en cuenta variables como la capacidad de financiar el gasto de funcionamiento, el esfuerzo por fortalecer los recursos propios, la relación entre la inversión y el gasto, el grado de dependencia de las transferencias nacionales, la capacidad de endeudamiento y de ahorro.

Y es con relación a estos ítems que se evaluó la gestión fiscal de Ibagué, encontrándose que la ciudad gastó más recursos en inversión que en funcionamiento, que el municipio depende muy poco de las transferencias de la Nación gracias a que el esfuerzo fiscal en los impuestos de Industria y Comercio y del Predial están por el orden de los 80 mil millones de pesos, y por sobretasa a la gasolina unos 14 mil millones.

El impacto de esta realidad podrá ser aprovechado por el próximo gobierno, el cual se verá beneficiado no solo con los recursos propios del municipio y con una capacidad de endeudamiento mayor a los cincuenta mil millones de pesos para ejecutar las propuestas de gobierno, sino que también tendrá los recursos del orden nacional para las inversiones de Ciudades Amables (300 mil millones de pesos para todo el plan), sumándose éstos a los 250 mil millones de pesos que recibe para educación y salud.

Por lo anterior, y en vista de que no hay reelección, considero oportuno que exista en el próximo gobierno local una continuidad en esta política pública del municipio.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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