A propósito del informe de Ibagué Cómo Vamos

Jaime Eduardo Reyes

El informe de calidad de vida en Ibagué presentado la semana pasada por el programa Ibagué Cómo Vamos deja algunas reflexiones sobre las que se debe trabajar.

En primer lugar, si se desea disminuir la desigualdad en Ibagué no se puede tener las tasas de cobertura neta por nivel de educativo tan bajas: preescolar 47.22 por ciento, primaria 76.54 por ciento, secundaria 67.17 por ciento y media 38.76 por ciento. Preguntas: ¿Dónde están los niños y adolescentes que no estudian? ¿Qué hacen con su vida ya que no estudian?

Y en cuanto a la pobreza, medida por línea de pobreza, es evidente que los niveles de Ibagué están por encima de los de Colombia manteniendo la misma tendencia de disminución. ¿Esto se debe a las transferencias condicionadas entregadas por el Gobierno nacional, o será que los ibaguereños pobres consiguieron fuentes de nuevos ingresos? ¿Qué ocurre con la pobreza si la medimos con otros indicadores más robustos como el índice de pobreza multidimensional?

En segundo lugar, con respecto a la salud, las preocupaciones giran en torno a la prevalencia del VIH / Sida, ya que en 2014 esta aumentó en Ibagué; 829 casos reportados con un 71 por ciento en hombres. Y la tasa de mortalidad infantil en 2014 Ibagué fue la más alta desde 2008; 10,28 en menores de un año por cada mil nacidos vivos.

En tercer lugar, en cuanto a la seguridad ciudadana, el informe muestra que es importante trabajar en convivencia, ya que las lesiones personales aumentaron de 244 a 366, también es prioritario disminuir el hurto a personas ya que sigue siendo muy alto: 354 casos.

Una gran preocupación es el aumento de la inflación. Ibagué fue muy costosa en 2014; con respecto a 2013 la inflación en Ibagué fue menor a la inflación de Colombia, se registró para la ciudad 1.34 por ciento y para el país 1.94, en 2014 la situación cambió preocupantemente no solo porque creció la inflación a 4.12 por ciento en Ibagué, sino porque además fue mayor a la registrada para el país, de 3.6 por ciento. La causa de este aumento fue alimentos y transporte.

En quinto lugar, el mercado laboral en Ibagué no va bien; la tasa de ocupación bajó a 59.9% y la tasa de informalidad fue del 57.1%, es decir, el año pasado la gente vivió mayoritariamente del rebusque, de cada 100 ibaguereños que se ocuparon trabajando, 57 lo hicieron en la informalidad. De otro lado, aunque el desempleo está bajando, 11.7 por ciento para 2014, Ibagué se mantuvo como la ciudad con mayor desempleo entre las 13 mayores ciudades siendo la población joven la más afectada.

Esperemos que el Gobierno municipal ajuste en lo que falta del año las tareas en cada una de las dimensiones que trabaja la metodología de Ibagué Cómo Vamos.

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