Acabar las Ocad y darle el impuesto de Acpm a los departamentos

Jaime Eduardo Reyes

Se les está acabando el tiempo al Gobierno nacional y al Congreso de la República para aprobar una reforma fiscal a nivel territorial. Como van las cosas estos quedarán en deuda una vez mas con lo municipios y departamentos. Todos los estudios realizados sobre las finanzas municipales y departamentales concluyen que el actual régimen fiscal es obsoleto, necesita modernizarse para darle mayor autonomía fiscal a los entes territoriales.

Los dos grandes sistemas que soportan las finanzas territoriales son Participaciones y Regalías y a nivel local los impuestos propios. El Sistema General de Participaciones es la principal fuente de financiación en los sectores de educación, salud y agua potable para los municipios y departamentos, mientras el Sistema General de Regalías es la fuente más importante para los sectores relacionados con infraestructura y ciencia y tecnología. Los otros sectores, incluido el agropecuario, turismo y gestión del riesgo se atienden con recursos propios.

El primer punto que debiera modificarse es la rigidez de la destinación del gasto de inversión definida para el sistema general de participaciones. El actual diseño de este sistema no cumple con el objetivo constitucional de fortalecer la autonomía de los municipios y departamentos y como fuente de recursos para ejecutar las competencias en gasto social asignadas a los municipios por la constitución política se queda corto. El director del DNP, Simón Gaviria, anunció en octubre del año pasado que ellos vienen trabajando en una eventual reforma al sistema de participaciones vigente, la cual se centraría en la revisión de criterios de distribución, competencias, usos de recursos y técnica administrativa y financiera.

Otro punto es la reforma al sistema general de regalías del cual se viene hablando desde 2014. En este punto se debiera eliminar los órganos colegiados de administración y decisión. Los estudios concluyen que el sistema de regalías no ha dado los resultados prometidos. La verdad es que esta figura conocida como las Ocad son inoperantes, retrasan la inversión y han aumentado el centralismo al requerirse de la tutela del Departamento Nacional de Planeación para aprobar los proyectos de inversión en las regiones.

El derecho de las cosas es que se les enviara a los municipios las transferencias de las regalías como recursos propios con destinación de inversión, regresándole autonomía real a los entes territoriales. Un tercer punto que debe rescatarse en la discusión es el respeto por la autonomía de los entes territoriales, recuperando la lucha de la descentralización y la regionalización. Aquí es fundamental que se destine para los departamentos un porcentaje del IVA u otra renta de mayor liquidez que las actuales de alcohol, suerte y tabaco.

Un tercer punto que debe rescatarse en la discusión es el respeto por la autonomía de los entes territoriales, recuperando la lucha de la descentralización y la regionalización. Aquí es fundamental que se destine para los departamentos un porcentaje del IVA u otra renta de mayor liquidez que las actuales de alcohol, suerte y tabaco.

Por ejemplo, la totalidad del recaudo de sobretasa al ACPM podría destinarse a los departamentos y con este hacerse inversiones en vías terciarias.

Finalmente, ya que la Contraloría General de la República afirmó que la reforma tributaria se quedó corta en solucionar los problemas estructurales del sistema impositivo o de recaudación de las finanzas territoriales esta tarea deberá hacerse en la reforma territorial.  

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