En lugar de preocuparse por la seguridad pueden empezar a preocuparse por la inversión. Esta fue parte de la respuesta del Premio Nobel de Paz Joseph Stiglitz, al preguntársele la semana pasada por la oportunidad que Colombia tiene hoy luego de alcanzar el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc. Además afirmó que al reducirse la inseguridad y la violencia se obtendría beneficios inmediatos.
Stiglitz afirmó que para reducir la inequidad y cerrar las brechas sociales se necesita disminuir la pobreza con programas de educación y de cero hambre, para que esto se logre se necesitan sistemas tributarios progresistas.
Y es en este último tema en que permanentemente Colombia no avanza: primero fue el resultado del debate y aprobación de la reforma tributaria y recientemente el anuncio de debilitamiento de las finanzas locales.
Sobre el hecho de la nueva cascada de impuestos regresivos de la última reforma tributaria, ya se ha advertido sobre los efectos del aumento del impuesto del IVA sobre la desigualdad.
¿Cómo lograr reducir las brechas sociales en las ciudades y municipios si las reformas fiscales atentan contra la autonomía presupuestal y la inversión fiscal? Me refiero a la disminución de la sobretasa a la gasolina.
No hay derecho a que se trate a los alcaldes y gobernadores de esta forma. Al quitar los recursos de la sobretasa a los municipios y departamentos, impuesto que hasta ahora ha dado un alivio a las finanzas territoriales, se desfinanciarán obras proyectadas con estos recursos, pondrán en aprietos a los municipios que pignoraron, y en últimas afectará el bolsillo del ciudadano común.
Los municipios dejarán de percibir $500 mil millones, se desfinanciarán proyectos de malla vial, construcción de nuevas vías y de sistemas de transporte masivo.
La propuesta del ministro de Minas, Germán Arce, responsable directo del problema en cuestión, es que las personas deberán pagar más por la gasolina para asegurar los ingresos de las ciudades y departamentos, disfrazando un nuevo tributo para los consumidores.
Esta propuesta atenta directamente contra la capacidad adquisitiva de las familias. En lógica se pensaría que al bajar la base gravable con la que se cobra la sobretasa a la gasolina de $5.078 a $3.663 los consumidores deberían pagar menos, pero no, la propuesta es que se pague más: para ser precisos, 200 pesos más.
Por ahora la propuesta de los alcaldes es que se derogue la resolución del Ministerio, propuesta sensata y acertada, por lo menos hasta que se diseñe una resolución que no atente contra las finanzas de los municipios y de los contribuyentes.
En el conversatorio entre Stiglitz y Juan Manuel Santos, en el foro ‘Futuro de Colombia: Justicia Social y Economía’, organizado por la Universidad del Rosario, el Presidente afirmó que la acumulación de inequidades que durante años se generaron son producto de una pésima distribución de regalías, hecho cierto, pero todos sabemos que también lo es gravar permanentemente de manera regresiva al contribuyente colombiano.
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