Se calientan motores

Jaime Eduardo Reyes

Poco a poco se va configurando el mapa electoral de 2018, mañana martes se oficializará ante el Congreso de la República la renuncia del vicepresidente Germán Vargas Lleras. La renuncia obligará a elegir un nuevo vicepresidente, los anuncios indican que será el general retirado Óscar Naranjo.

Con Óscar Naranjo en la Vicepresidencia el enfoque del último año del gobierno Santos será concretar los acuerdos con las Farc y fortalecer políticas y programas para el posconflicto. Recordemos que Naranjo hizo parte de la mesa de negociaciones. Con este cambio es evidente que el exvicepresidente de la República Humberto de la Calle fortalecerá su aspiración presidencial.

Para nadie es un secreto que Germán Vargas Lleras acordó ser vicepresidente de Juan Manuel Santos en una jugada electoral que le aplazaba su aspiración, pero le aseguraba concretar apoyos políticos y alcanzar logros de cara a la sucesión presidencial. Es bastante risible ver cómo muchos opositores de Vargas Lleras critican su renuncia cuando todo el sistema se ha modificado para permitirle a este poder aspirar. No hay duda que en la carrera presidencial el vicepresidente arranca como favorito.

Hasta aquí el mapa electoral muestran dos exvicepresidentes con suficientes pergaminos para aspirar a la jefatura de Estado. Ahora bien, la verdad es que el espectro político de ambos es el mismo, su origen liberal, su cercanía al Presidente Juan Manuel Santos, los hace más parecidos que diferentes. Tal vez la única diferencia concreta es la posición asumida por Vargas Llera frente al proceso de paz.

Desde la otra orilla, la oposición al actual gobierno, se concreta en el Uribismo y sus aliados. El camino aun no es llano, por el contrario el aplazamiento de Óscar Iván Zuluaga a su aspiración presidencial dejó a ese Partido Político en apuros. A la fecha los anuncios de cara a la elección presidencial no logra satisfacer a sus bases ni a la opinión, es evidente que la suerte de ese proyecto necesita de aliados del conservatismo.

Por eso no sorprende el llamado que la semana pasada le hicieron algunos “dirigentes” al expresidente Andrés Pastrana para que liderara un nuevo movimiento político de base conservadora. Todo indica que el interés es crear una plataforma electoral que aglutine las bases conservadoras afines al expresidente Alvaro Uribe. En el conservatismo un llamado de este tipo no es nuevo en la historia de dicho partido, en los años noventa bajo la tutela de Álvaro Gómez Hurtado se creó Salvación Nacional y el propio Andrés Pastrana creo La Nueva Fuerza Democrática. Los grandes medios de comunicación no le han hecho mayor eco a esta propuesta, pero al interior del análisis político no debe descartarse.

La fuerza que decide está jugando sus cartas y cualquier cosa puede pasar, ya sea que tengan candidato propio como lo anunció el senador Hernán Andrade o que algún dirigente sea fórmula vicepresidencial.

Y en la izquierda ya se asoma la Unidad democrática propuesta desde la alianza Verde con el eslogan Seamos Uno para que seamos todos.

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