Tras la salida de Alfredo Bocanegra de la dirección de la Aeronáutica Civil quedó evidenciado un hecho político, el Tolima es un departamento que tiene muy poco peso específico político en las decisiones del Gobierno nacional.
Recién nombrado Bocanegra algunos políticos de la parroquia salieron a reclamar como suyo el nombramiento, afirmaron que sin su apoyo o respaldo el presidente Santos no lo habría nombrado, se le acercaron por sus posibilidades de poder y de endosar votos. No se hicieron esperar los homenajes con el fin de buscar solidaridad del nuevo funcionario, y claro, no faltaron las cábalas sobre elecciones futuras, ni faltó el que planteó formulas electorales para el Congreso y la Gobernación.
Sin embargo, cuando Bocanegra necesitó de apoyo político para soportar la presión política y de los medios de comunicación en Bogotá, la dirigencia política brilló por su silencio y se observó el poco peso que tenemos.
¿Por qué tiene tan poco peso específico político el Tolima? Porque nuestra bancada parlamentaria es reducida, solamente se tienen dos senadores –una necesitó de votos de otros departamentos y el otro entró por repechaje- y seis Representantes por derecho propio. Si esto no cambia, tampoco cambiará el trato de los presidentes para con el Departamento. No hay duda de que es hora de que el Tolima vuelva a elegir cinco senadores como en aquella época no muy lejana en donde se eligió a Gómez Gallo, Pava, García, Jaramillo y Santofimio. En esa época el departamento tenía una clase política que se hacía sentir.
Todo indica que el Tolima tendrá como mínimo cinco candidatos, Miguel Barreto del partido Conservador, Carlos Osorio, Pierre García, Olga González y Rosmery Martínez, lograr una bancada fuerte en el Congreso requiere que los votos de los tolimenses se queden en nuestros candidatos. Esto en el supuesto que haya listas abiertas, de lo contrario, de aprobarse en la reforma política las listas cerradas para 2018, el Tolima podría quedarse sin senadores.
Ahora bien, candidatos de otros departamentos vendrán por votos para Senado, la exigencia para ellos debería ser que cumplan sus promesas y compromisos, que no vengan a comprar líderes con ríos de plata de la que no se sabe su procedencia.
Para tener mayor peso específico debemos votar por los nuestros, por los candidatos de la tierra, al fin y al cabo hay para todos los gustos, de todos los partidos, hombres y mujeres. En mi caso ya he anunciado que votaré al Senado por el candidato conservador tolimense Miguel Ángel Barreto. Por supuesto que un mayor peso específico de la clase política del Tolima no puede ser usado sólo para conseguir puestos, también debe usarse para exigir obras de gran impacto regional y nacional.
Sin embargo, elegirlos no basta, ellos deben trabajar con una agenda regional común, con el apoyo de los distintos sectores sociales y gremiales. Por estos días la unión de fuerzas para exigir que se ejecute el proyecto vial Cambao - Murillo - Manizales es un ejemplo de cómo se debiera hacer.
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