Resuelto la etapa de inscripción de candidatos para las elecciones de Congreso del próximo año se concluye que el gran ganador fue el voto preferente, todas las listas usaron el mecanismo de lista única y abierta, inclusive los partidos que en algún momento habían utilizado la figura de lista cerrada no lo hicieron en esta oportunidad.
La lista cerrada tiene en el ámbito de la ciencia política muchos seguidores, la gran mayoría de expertos coinciden que la mejor forma de fortalecer los partidos políticos y la democracia es utilizar esta figura, sin embargo, la actual coyuntura electoral y el diseño del sistema de partidos políticos no la usa.
Y es que se sabe muy bien que una lista cerrada implica dos condiciones, o bien, una jefatura muy fuerte o una democracia interna del partido muy bien consolidada. En el primer caso, no basta con que la jefatura sea indiscutida, sino que además se requiere que el jefe y figura visible tenga una alta aceptación e imagen favorable. Y en el segundo caso, el orden de cómo se inscribirían los candidatos depende no sólo de que tanto le aportan al Partido en términos de votos, sino que además entra a jugar características como coherencia y militancia.
Obviamente el resultado de este sistema en las elecciones de marzo conllevará a que las relaciones congreso de la republica y ejecutivo nacional se siga dando entorno a dadivas y exigencias personales, los costos de transacción política seguirán siendo muy altos y personalistas, los proyectos comunes serán más bien pocos, y el ejecutivo seguirá teniendo un poder muy grande como quiera que es el dueño de la chequera y del tarro de la mermelada.
La lista abierta nacional para Senado de la República seguirá permitiéndole a muchos dirigentes de otras regiones buscar votos en otros departamentos distintos a los de donde son originarios. Esta realidad incrementan los costos de las campañas y la retribución a las regiones en términos de respaldo global son bajos.
No hay duda que esta situación llevara nuevamente a que el Congreso y el gobierno Nacional propongan una modificación constitucional al régimen de sistemas de partidos y al sistema político. Desafortunadamente en la actual campaña, por la misma forma de cómo esta diseñado el sistema electoral, no habrán grandes propuestas para el electorado con relación a estos temas, entre otras cosas, porque el electorado no está pensando en eso, ni tampoco le interesa a los candidatos ahogarse en esos mares. La abstención y el voto en blanco no tienen el suficiente peso para mover una idea distinta. Ahora bien, qué tan importante será este tema para quienes tienen la iniciativa constitucional, que tanto le meterá la ficha el próximo presidente de la republica para sacar una iniciativa en un congreso que se elegirá de la forma como se elige actualmente y al cual no le interesa que las cosas cambien. La posibilidad de que los cambios se hagan en una asamblea nacional constituyente está ahí, esperando que la opinión publica despierte.
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