Pedagogía electoral: Movimiento Significativo de Ciudadanos

Jaime Eduardo Reyes

La noticia política de la semana pasada fue la validación de firmas que respaldan candidaturas a la Presidencia de la Republica, ocho comités de grupos significativos de ciudadanos alcanzaron el mínimo requerido de apoyos para inscribir candidatos a la presidencia. A todas las campañas les disminuyeron el número de firmas e inclusive a algunos no les alcanzó.

Según la Ley 130 de 1994 existen en la actualidad dos modalidades para que los candidatos se inscriban para las elecciones que se realizarán este año: con el aval de un partido o movimiento político con personería jurídica reconocida por el Consejo Nacional Electoral, o por medio de Grupos Significativos de Ciudadanos.

Esta segunda opción establece que quienes no cuentan o no desean el aval de un movimiento o partido político, o prefieren crear su propio grupo político, puedan hacerlo y aspirar cumpliendo con los requisitos que estipula la ley para garantizar a los colombianos diversidad de candidatos y programas políticos. Lo que se pretende con este mecanismo es crear oportunidades a opciones independientes y regular el oligopolio político de los partidos de entregar avales.

Como están las cosas en este momento hay más candidatos por firmas que avalados por partidos; que casi todos hayan militado oficialmente en los partidos y estén usando firmas es una evidencia más de lo mal que están las organizaciones políticas y la falta de confianza que existe entre las directivas y los posibles candidatos. También refleja el desbarajuste que ocasionó la reelección presidencial.

El mínimo establecido por la norma para avalar candidatos presidenciales es el 3% del total de los votos válidos depositados en las anteriores elecciones de presidente, lo que para el 2018 son 386.148 firmas. Un hecho curioso es que un ciudadano puede firmar en cuanta planilla quiera y al final votar por otro candidato.

El proceso de revisión tiene en cuenta entre otros aspectos, que los datos de quienes firman estén completos y coincidan nombre y cédula, que pertenezcan al censo electoral y que no hayan planas. Adicionalmente un grupo de grafólogos profesionales realiza la revisión técnica correspondiente.

Este tipo de candidatura tiene una connotación individual y personalista por lo que es muy atractiva para elecciones unipersonales y no tanto para elecciones colegiadas, aunque en algunos casos, como en el concejo de Ibagué desde hace varias elecciones atrás se ha usado para elegir concejales.

Con el paso de los días, este mecanismo se ha desfigurado debido a que el dinero y los gastos desbordados permean la transparencia que debiera tener la recolección de firmas a tal hecho que ya existen empresas que tienen por oficio recoger firmas desdibujando el principio fundante planteado por la ley.

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