El nuevo Congreso

Jaime Eduardo Reyes

Hoy amanecimos con un nuevo mapa político en Colombia, una vez más los partidos revalidaron su presencia ante la democracia del país, y los resultados anuncian una nueva distribución del poder. El legado de Santos no se expresará desde el Congreso y es muy probable que tampoco desde la Presidencia. Y como hace cuatro años, Álvaro Uribe es el triunfador en la elección de Senado, y con los resultados de ayer revalidó su liderazgo político y de ganar la gran alianza por Colombia la elección presidencial, seguramente él será el presidente del Senado.

El nuevo Congreso iniciará su trabajo con el reto de mejorar la desfavorable imagen que hasta ahora tienen, la única forma para hacerlo será combatir la corrupción y aprobar los cambios institucionales que reclama la Nación desde hace varios años. También deberá trabajar sobre una reforma al sistema de partidos y al sistema electoral que mejoré lo aprobado en la anterior legislatura.

El nuevo Congreso tendrá dos novedades, la bancada de las Farc y las dos curules de quienes queden de segundos en la carrera presidencial, el candidato a presidente será senador y el candidato a vicepresidente será representante a la Cámara. Esta situación pretende fortalecer el control político y la oposición, altamente necesario en un régimen presidencialista tan fuerte como el colombiano.

La nueva composición también empieza a definir para el país los espectros políticos y sus representantes, atrás quedó el bipartidismo de la segunda mitad del siglo 20, como también la dispersión de micropartidos de finales del siglo pasado. La segunda década del siglo veintiuno dejará para la historia la referencia de dos bloques de partidos, los mayoritarios provenientes del bipartidismo y los alternativos que representan las nuevas ciudadanías y a la izquierda.

Desde hoy la nueva conformación del Congreso empieza a delinear alianzas partidistas de cara a las elecciones presidenciales, con la claridad de los resultados de las consultas y las definiciones de las fórmulas presidenciales de todos los partidos, las decisiones de los partidos conservador y de La U se hacen verdaderamente relevantes no solamente para estas nuevas fórmulas sino que también para Germán Vargas Lleras y Sergio Fajardo. Un gran reto para estos partidos será llegar unidos y no dispersos al apoyo a un solo candidato.

Finalmente con este nuevo Congreso, al tener la presencia de cinco grandes partidos y de los llamados alternativos, se aumentarán los costos de negociación para el próximo presidente si él quiere tener un alto grado de gobernabilidad, hasta donde seguirán los cupos indicativos y la mermelada siendo el factor cohesionador es la pregunta que deberá resolverse.

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