Al terminar el actual Gobierno nacional los desbalances macroeconómicos se han corregido más rápidamente de lo esperado, pero persisten retos importantes para completar el proceso de ajuste en las finanzas públicas y el crecimiento económico. También la actividad económica muestra signos de recuperación, pero no suficientes para subir las proyecciones de crecimiento de 2,4% para este año, por lo que la perspectiva de más largo plazo los retos que enfrentará el próximo presidente en materia de política económica son enormes. A continuación se enumeran algunos de ellos gracias a los estudios hechos por Fedesarrollo y Anif.
El primero de ellos es continuar el proceso de ajuste fiscal, para esto deberá definir una combinación adecuada entre mayor recaudo y racionalización del gasto en un contexto de mayor eficacia de la acción del Gobierno.
El segundo es recuperar el crecimiento económico potencial y sostenible, la inversión, el empleo, la formalización y la productividad deberán estar de manera prioritaria en esta agenda, inclusive en las últimas encuestas estos temas son prioritarios.
Un reto que siempre estará en primer plano en un país con tanta historia rural es el desarrollo agropecuario para el cual se reclama mejores condiciones sociales en el campo y de competitividad internacional. La agenda de desarrollo rural integral del acuerdo de paz, la Agencia de Renovación del Territorio, la Agencia de Desarrollo Rural, y el propio Ministerio de Agricultura deberán ser revisadas con relación a los propósitos para los cuales fueron creados y su fortaleza institucional.
Un cuarto reto es la transición de políticas de subsidios y proteccionismo hacia provisión de bienes públicos, la redistribución de tierras improductivas con impuestos prediales que promuevan el mercado de tierras, el desarrollo minero y petrolero en equilibrio con el respeto medioambiental y a las comunidades.
Otro reto es la reforma pensional, su ampliación de cobertura, la búsqueda de la equidad mediante la eliminación de los subsidios implícitos a los de ingresos más altos, la sostenibilidad de largo plazo y racionalización de costos fiscales de corto plazo, la consolidación del sistema de aseguramiento de la población en salud con mejor calidad, mejores sistemas de prevención y controles de costos más eficaces.
La revisión del sistema de descentralización y el grado de autonomía territorial es una tarea que deberá retomarse, de igual manera la reforma a la Ley 617 en nuevo entorno constitucional de crecimiento del Sistema General de Participaciones, y por supuesto un ajustes a la reforma de 2011 en el régimen de regalías.
Con relación al sistema político la definición de políticas contra la corrupción, las reformas al sistema político-electoral buscando partidos fuertes y democráticos y a los mecanismos de negociación entre ejecutivo y congreso.
No hay duda que estos retos son importantes y que el nuevo Gobierno nacional deberá abordarlos de manera urgente y prioritaria.
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