Propongo un nuevo indicador económico, uno que mida la realidad de la economía del hogar, que establezca la diferencia promedio entre los ingresos del hogar y los gastos en los que estos incurren. Invito a los economistas a que me ayuden a diseñarlo, al DNP, a las Universidades.
Realmente es muy sencillo, cuánto le cuesta vivir en la ciudad a una familia promedio y cuánto dinero tiene para pagar. Es decir cuál es la diferencia entre sus ingresos promedio y sus gastos promedios. A la fecha en Ibagué sabemos que el ingreso promedio de un hogar está en el límite con el salario mínimo legal mensual vigente, pero no conocemos los gastos promedio.
¿Cuál es el problema que quiero resolver usando este nuevo indicador?
La cuestión es conocer el balance entre los gastos y los ingresos, con el fin de establecer el real estado de la economía de la familia y la capacidad de ahorro es estas.
En mi ciudad, Ibagué, como en cualquier otra ciudad en vía de desarrollo de Colombia las familias tienen que pagar por los servicios públicos –agua, aseo, gas, energía, tv, internet, seguridad-; comprar medicamentos y copagos en el servicio de salud, comprar útiles escolares y pagar algunos gastos de educación en los colegios, pagar por la recreación y el deporte, pagar por el transporte desde la casa hasta el sitio del trabajo o del estudio, pagar por el mercado de alimentos, e intereses financieros en el mercado formal e informal de los créditos, entre otros varios gastos. Para esto las familias cuentan con sus ingresos, ya sean sueldos o salarios provenientes de su trabajo formal o informal o con aquellos ingresos provenientes del desempeño de su economía popular, ingresos provenientes del uso de los activos del hogar o del uso del espacio público.
La justificación de hacerlo gira entorno a que empíricamente podemos afirmar que para casos como el nuestro los gastos son superiores al promedio de los ingresos y por lo tanto los hogares sobreviven diariamente sin la capacidad de ahorrar para su futuro.
En términos económicos quienes estudiamos la economía del desarrollo afirmamos que el ahorro es un factor fundamental para el crecimiento y el desarrollo económico en el mediano y largo plazo, que no solamente basta con aumentar el capital humano sino que también es necesario aumentar el capital físico.
Al sector público le sería muy útil conocer esta información porque con ella podría ajustar a la baja aquellos gastos en los que incurren los hogares y de los cuales es responsable directo, y también podría apoyar el aumento del ingreso de las familias mejorando las condiciones económicas de la ciudad.
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