Reflexiones de una celebración

Hugo Rincón González

En medio de la velocidad de vértigo en que van surgiendo las noticias negativas en la región y en el país, vale la pena destacar lo positivo, lo importante que ocurre en nuestro departamento, involucrando a la gente más olvidada y vulnerable que vive en esa Colombia profunda donde se ha ensañado la violencia, especialmente si lo que se quiere resaltar es el trabajo que las comunidades vienen realizando por promover la convivencia, impulsar el desarrollo para conseguir la paz.

Este lunes 23 de julio, con la presencia de 64 representantes de igual número de organizaciones sociales de ocho municipios del sur del departamento, instituciones fundantes, la Redprodepaz, aliados de la cooperación internacional, miembros de organizaciones promotoras del desarrollo, defensoras de los derechos humanos, comunicadores y periodistas, Tolipaz celebró su aniversario número 15.

Fue un evento austero, sencillo, alegre, cargado de un gran sentimiento. Volver la vista atrás para mirar el camino recorrido, los logros alcanzados, las dificultades superadas, los enormes retos y desafíos del presente y el inmediato futuro fueron el contenido de la mayoría de las intervenciones escuchadas.

Se puso de presente que en este propósito de promover la paz se ha trabajado con la gente más humilde del campo en los territorios que fueron sacudidos por la violencia fratricida generadora de muerte, despojo, desolación y desplazamiento.

Se manifestó por parte de los pobladores de estos municipios, la importancia de consolidar la paz, especialmente en las zonas donde la guerrilla de las Farc hizo la dejación de armas.

Resaltaron los campesinos que les interesa la consolidación de la paz, no la de Santos ni de ningún presidente, sino la que conlleve al mejoramiento de sus condiciones de vida, la que les garantice vías terciarias y secundarias para movilizar sus productos agrícolas; la que ofrezca oportunidades de educación para los jóvenes que no encuentran en los campos ni buena calidad, ni pertinencia de la misma.

Una paz que les garantice mejores condiciones de salud, un mayor acceso al crédito y sobre todo una mayor presencia del Estado, entendido esta como una mayor presencia institucional y no exclusivamente la de la fuerza pública.

Algunos invitados presentes, llamaron la atención acerca del papel fundamental de la institucionalidad pero también de los empresarios. Se puso de presente que hay una relación íntima entre el territorio y las empresas. Si el territorio no es viable por la violencia y el conflicto, las empresas no son viables y no pueden alcanzar su objetivo que es generar ganancias y acumulación de capital.

Se enfatizó en la importancia que tiene el fortalecimiento de las organizaciones sociales del territorio en la búsqueda del desarrollo y la paz. Sin organizaciones, y sin que éstas se articulen en pro de un propósito colectivo común, la paz no es posible. Se requiere que estos actores forjen su propio protagonismo, que entiendan que son ellos los que deben salir adelante, sin esperar que un mesías venga de afuera y los salve del atraso y la pobreza.

Finalmente se exaltó el gran compromiso de los líderes en la transformación social de la región y lo necesario que resulta que las instituciones que promueven el desarrollo trabajen en el fortalecimiento de sus capacidades para que paulatinamente se vayan emancipando del fenómeno del clientelismo y la politiquería que termina afectándolos especialmente en las épocas de campaña electoral.

Tolipaz 15 años, celebración para reivindicar la vida, para seguir aunando voluntades en el trabajo por la paz, pero también momento para reflexionar en los enormes desafíos que siguen pendientes en esta materia y por los que vale la pena seguir luchando.

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