2019: elecciones, propuestas y participación

Hugo Rincón González

Este año que recién despunta tendrá en las elecciones locales y regionales el escenario donde se dará la disputa de las propuestas que se espera compitan para que el elector defina con su voto cual es la que más conviene al departamento y a los municipios. Llamó la atención alrededor de que lo que debe elegir el ciudadano son propuestas y no simplemente candidatos que plantean una cantidad de generalidades que repiten como cantinela para hacerse elegir.

En la elaboración de esas propuestas que deben recogerse en los respectivos programas de gobierno que los candidatos inscriben en la Registraduría, las mismas desconocen una cantidad de ideas que las comunidades y sus organizaciones han venido trabajando en diversas iniciativas participativas que existen en el Tolima. Para destacar por ejemplo todo lo que se ha hecho en los ejercicios de planeación desde las comunas y los corregimientos de Ibagué desde hace muchos años.

Estos ejercicios que se iniciaron a mediados de la década de los noventa con el primer plan de desarrollo participativo en la comuna 8, desataron un movimiento que permitió que esta experiencia se replicara en otras comunas como la 7, la 9, luego en Dantas, Laureles y ulteriormente el corregimiento 10 de Calambeo. Fue tan fuerte el impulso de este proceso que incluso dio origen por iniciativa popular al acuerdo que creó en Ibagué, el Sistema Municipal de Planeación y Presupuesto Participativo.

Esta dinámica participativa generó como productos los planes de desarrollo comunales y corregimentales que recogen las aspiraciones de las comunidades en clave de alternativas de solución a la compleja problemática que enfrentan en sus territorios. Uno esperaría que los políticos en trance de hacerse candidatos conocieran estas iniciativas, las utilizaran como los insumos fundamentales para la construcción de sus programas de gobierno y no que lo que le proponen a la ciudadanía surja de la iniciativa inane de sus equipos de campaña reunidos alrededor de asépticos escritorios.

La gobernanza se construye de esta manera, es decir haciendo más horizontal el diálogo entre los que gobiernan o aspiran gobernar con los que van a ser gobernados. Generando espacios de conversación, recogiendo y reconociendo las propuestas de las comunidades. Valorando el tiempo y el esfuerzo que han invertido las organizaciones en construir ideas que esperan sean incluidas en los programas y luego en los planes de desarrollo.

He mencionado el ejemplo de Ibagué, pero estos ejercicios de planeación participativa se han desarrollado en otras latitudes dentro del departamento. Destacable es lo realizado en el marco de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial en el sur del Tolima PDET. Esta dinámica inmersa en el punto uno de los acuerdos entre el Gobierno y las Farc, dio origen al Plan de Acción para la Transformación Regional PATR y contiene las propuestas de las comunidades de cuatro municipios luego de numerosos encuentros de las organizaciones.

Los candidatos a la Gobernación tienen este importante instrumento para extraer de allí las propuestas que necesitan para la elaboración de su programa de gobierno. Si son respetuosos de las dinámicas participativas no dudarían en hacerlo y recogerían estas ideas. Lo mismo deberían hacer los aspirantes a las alcaldías de los diferentes municipios, indagar por estos procesos, validar el trabajo que se tomó la gente para construir iniciativas e incluirlas en los documentos que deben presentar a la Registraduría.

Como lo dije al comienzo, el año recién despunta, falta mucho trecho por recorrer y conviene desde el comienzo llamar la atención alrededor del procedimiento para construir las propuestas que enarbolarán los candidatos en las elecciones locales y regionales. Iremos viendo y analizando a quienes los convoca la democracia participativa y quienes sencillamente son más de lo mismo.

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