Cooperación europea (I)

Hugo Rincón González

Cuando se negociaba el acuerdo de paz entre el Gobierno nacional y la ex-guerrilla de las Farc, se planteaba la hipótesis de que así como los colombianos habían financiado la guerra, igualmente tendrían la mayor responsabilidad de garantizar los recursos para la construcción de una Colombia que fuera dejando atrás la confrontación armada. Se decía claramente que en el mejor escenario, los ciudadanos de la Nación deberían aportar el 95% de los recursos para la paz y la cooperación internacional un 5%, entendiendo que la misma podría ser técnica y/o financiera.

En nuestro país, la cooperación internacional ha tenido principalmente dos cooperantes: 1) la norteamericana, y, 2) la que brinda Europa desde la Unión Europea y las embajadas de varios de sus países.

Hay que decir que dentro de este apoyo al desarrollo, la Unión Europea ha sido la promotora fundamental de la construcción de procesos que le apuntan a la paz. Primero a través de los Laboratorios de Paz que se promovieron en varias regiones como el Magdalena Medio, Meta, oriente de Antioquia, Cauca, Nariño y Norte de Santander por mencionar las regiones más emblemáticas donde se impulsaron estas iniciativas y luego a través de otros proyectos que han buscado consolidar estos esfuerzos.

Uno de los proyectos que la Unión Europea viene desarrollando a través de la administración delegada de la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, es el conocido con el nombre de Forpaz, que busca el fortalecimiento de las capacidades locales para la construcción de la paz territorial.

Esta iniciativa se trabaja en 45 municipios en toda Colombia y dentro de ellos, ocho están ubicados en el departamento del Tolima, estas entidades territoriales son: Planadas, Ataco, Rioblanco, Chaparral, San Antonio, Rovira, Roncesvalles y Cajamarca. En nuestro departamento el proyecto Forpaz ha sido gestionado y promovido por el Programa de Desarrollo y Paz del Tolima a través de Tolipaz y otras instituciones aliadas de naturaleza privada y pública.

En los municipios del Tolima mencionados se ha trabajado el proyecto Forpaz desde el año 2017 en procesos que buscan el fortalecimiento de las organizaciones productivas y comunitarias como un aporte fundamental en la construcción del capital social que tanto requiere el departamento. Son 64 organizaciones las que trabajan en el propósito de ser unos actores sociales que tienen consistencia en su orientación estratégica, en sus dimensiones económicas, sociales y políticas.

Estas organizaciones con este fortalecimiento vienen superando sus debilidades y han formulado propuestas de diferente naturaleza con las cuales pretenden incidir ante los decisores públicos y privados. Son ya reconocidas y valoradas las dinámicas que buscan incidir en política a través de la construcción de agendas ciudadanas, como se ha venido haciendo en cada uno de los ocho municipios referidos.

Las propuestas de estas agendas buscan estar incluidas en los programas de gobierno de los candidatos y candidatas a las alcaldías y posteriormente en los planes de desarrollo.

Forpaz en el propósito de fortalecer organizaciones sociales ha permitido el desarrollo de procesos que buscan consolidar las competencias humanas de los líderes y lideresas que hacen parte de las mismas. A través de la Escuela Incide se han formado 90 personas en temas que son contemporáneos y necesarios en la búsqueda de la construcción del desarrollo y la paz. Esta iniciativa formativa promovida por Tolipaz ha trabajado temas como: 1) Formulación de proyectos, 2) Participación ciudadana, 3) Mecanismos de autoprotección y 4) Análisis de coyuntura.

Forpaz está diseñado para ir hasta el año 2020 en el trabajo relacionado con otros procesos que comentaré en la siguiente columna, por ahora hay que resaltar que con esta iniciativa la Unión Europea hace un aporte importante en la construcción de la paz en el departamento, una paz que ha sido un anhelo histórico en una región que ha tenido en la violencia un problema estructural del desarrollo que nos ha impedido vivir en armonía y que por el contrario ha promovido la exclusión de importantes sectores de la población tolimense.

El desarrollo integral del Tolima tiene en la cooperación internacional una gran oportunidad. Ahora que se avecina un cambio en los gobiernos locales y regional, hay que hacer los debidos empalmes para que la Unión Europea siga siendo un aliado importante en el propósito de construir el desarrollo y la paz en nuestra región.

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