Tiempo de planear

Hugo Rincón González

En todas las entidades territoriales del país se viene generando una dinámica importante por lo estratégica que es: la formulación de los planes de desarrollo de los municipios y departamentos.
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Es la conversación de moda de quienes se interesan por el futuro de sus terruños y tienen expectativas en el proceso que se viene promoviendo. Para muchos los planes son un saludo a la bandera, mientras para otros son la oportunidad para que se empiecen a dar los cambios que se requieren.

En estos instrumentos, se jugará el futuro en los próximos 4 años de las entidades territoriales. Antes de que termine este mes ya los planes de desarrollo deben estar formulados preliminarmente para presentarlos a los Consejos Territoriales de Planeación y a las Corporaciones Autónomas y, antes que termine el mes de mayo deberán estar aprobados.

Una condición insoslayable es que los planes consulten a los pobladores de los territorios, es decir, que además de lo establecido en el programa de gobierno del alcalde, se recojan las aspiraciones de la gente, no solamente en la elaboración del componente diagnóstico, sino también la parte estratégica y también que ésta participación se refleje en el plan de inversiones. La política se expresa en el presupuesto, por ello el interés de que las propuestas tengan un recurso comprometido para su ejecución.

Paulatinamente se observa que en este proceso se ha despertado un interés de la ciudadanía en participar, no haciendo bulto cándidamente, sino con mayor información y competencia para incidir con sus propuestas en la elaboración de estos planes de desarrollo. No es sino ver las dinámicas en algunos municipios como Planadas, San Antonio, Rovira, Roncesvalles, Chaparral, Ataco, Líbano, Cajamarca y Rioblanco.

El común denominador que se aprecia en estos municipios referidos es el trabajo que viene haciendo Tolipaz, en fortalecimiento organizativo, formación en participación ciudadana, promoción de agendas de desarrollo y paz, constitución de redes de organizaciones sociales y acompañamiento en la elaboración de planes de incidencia, todo esto enmarcado en el Proyecto Forpaz de la Unión Europea, una iniciativa que se viene trabajando desde el año 2017.

Hay una nueva actitud de la ciudadanía frente a la participación en este proceso de formulación de planes de desarrollo. Se ve una estructura teórica y conceptual diferente en los líderes y lideresas. Una postura propositiva y un ánimo concertador. Hay un conocimiento de su territorio en ellos, de sus problemas y necesidades y por lo tanto de propuestas de solución.

En todo este periodo se vienen generando espacios en los municipios y el departamento para escuchar la gente. Las comunidades tienen la aspiración legítima de participar para decidir. Es el momento oportuno de hacer sentir las voces y que las autoridades de planeación encabezadas por los alcaldes y el gobernador incluyan las iniciativas de los pobladores de los territorios en sus planes de desarrollo. Es un momento propicio para la construcción de lo público, lo que conviene a todos, porque el desarrollo debe incluir las aspiraciones de todos los actores que se asientan en las entidades territoriales.

Es el momento de planear. Todos debemos propiciar un ejercicio que sea realmente participativo, incluyente y sobre todo, que le apueste a la construcción y consolidación de la paz. Aquí está el desafío que tenemos en nuestro departamento, el reto de seguir manteniendo una región en convivencia que avance en la superación de la pobreza y que se convierta en modelo de desarrollo sustentable conservando y preservando las importantes riquezas naturales que aún posee.

El tiempo de planear no concluye con la formulación del plan de desarrollo territorial, sino que desde allí se abren importantes espacios y escenarios para su seguimiento y control, desde las veedurías que se pueden constituir hasta las instancias de participación ciudadana que se vienen renovando con la llegada de los nuevos mandatarios.

La invitación es a la participación activa, al ejercicio de la ciudadanía y a la articulación del estado con la sociedad civil en la construcción de lo que nos conviene a todos en unos territorios con una paz estable y duradera que permita la vida digna de la gente. Hagamos de los planes unos escenarios para provocar sueños realizables.

HUGO RINCÓN GONZÁLEZ

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