Falsos datos

Y digo que salvando algunas exageraciones porque hay otras que no hay cómo pasarlas por alto, y de las cuales podemos deducir la mala leche que pasa por las venas de este comentarista. Fundamentado en ellas, propala infundios de tamaño tan monumental que él mismo califica de inverosímiles.

Tal es el caso del dato con que pretende ponernos al tanto de la velocidad con que ha corrido la inflación en nuestro hermano país. Según él, este indicador llegó a 53 millones 798 mil 500 por ciento entre agosto de 2016 y abril del 2019, lo cual significa que un artículo que en la primera fecha costara un bolívar, en la segunda solo podría comprarse si se tuviera un poco más de 53 millones.  

Igual de desproporcionadas son sus cifras sobre pobreza. Hablando de tal indicador, este amigo nos dice que Hugo Chávez la dejó a su muerte en el 27 por ciento, y que Maduro, a agosto de 2019, ya la tenía en el 96%. De ser cierto, esto significaría que la clase media que había cuando Maduro inició su mandato desapareció por completo, y que la poca que hay ahora, menos del cuatro por ciento, proviene de los ricos de entonces, hoy caídos en la desgracia. ¿Cuántos de estos quedan entonces?

Datos como los anteriores fluyen por el mundo bajo el impulso de los grandes medios, dando lugar a que muchos despistados den su visto bueno a las tropelías con que el imperio y la oligarquía opositora sacrifican criminalmente la tranquilidad de un pueblo, en aras de deponer a su gobierno por no someterse a sus designios. Son datos que no guardan ninguna relación con el Índice de Desarrollo Humano de 2019, calculado por la ONU, en el cual Venezuela aventaja a 91 de los 189 países miembros. Sobre este particular, enorme será la sorpresa que nos depare este país en la medición de 2020, en la cual serán muchas las posiciones que ganará, dado el manejo que le ha dado al coronavirus. Así lo veremos.