Sin excesiva confianza

Rodrigo López Oviedo

Muchos comentaristas políticos se han dado a la tarea de mostrar a Gustavo Petro como el gran perdedor de los pasados comicios. Según dicen, Petro perdió porque se propuso ganar en primera vuelta, y los votos no le alcanzaron. Perdió porque Rodolfo Hernández, encontrará en las filas de Federico Gutiérrez los votos necesarios para superarlo en la segunda. Y perdió porque en segunda vuelta necesitará un gran número de votos adicionales, pero ya no tiene dónde ni cómo conseguirlos.
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Quienes transmiten esas conclusiones pasan por alto algunos detalles, y lo hacen adrede, pues lo que buscan es generar la idea de que Hernández ya aseguró el solio presidencial. 

En primer lugar, quien no le apunta a la luna no llegará ni a las nubes, y eso fue lo que Petro hizo: Para llegar a las nubes, anunció su total disposición de hacerse a la presidencia en primera vuelta. De tal idea hizo un convencimiento generalizado, llevando incluso a sus contrincantes a la idea de que por lo que tenían que luchar era por el inmerecido honor de enfrentarlo en el balotaje.

En segundo lugar, es cierto que Rodolfo Hernández encontrará en las filas de Federico Gutiérrez una buena masa de votos para agregar a su caudal electoral, pero preguntémonos: ¿Será ese agregado de votos suficiente para que el ingeniero consiga su anhelado cetro? Por el contrario, ¿No irán a ser muchos los corruptos de Fico que, ante el discurso anticorrupción de Hernández, opten por marginarse de esta nueva participación? Y paralelamente, ¿no irán a ser muchos los adherentes de Hernández que, al verlo ahora acompañado por los corruptos que dice repudiar, opten también por marginarse?

En tercer lugar, los votos adicionales que requerirá Petro no son tantos como los que suponen los Rudolfistas. Hechas las sumas y restas, a Hernández no le quedará fácil conseguir los cinco millones adicionales que necesitará para llegar a la presidencia. Petro, por su parte, solo necesita de dos millones para lo mismo y esta necesidad será menor en la misma medida en que sean mayores las deserciones de Fico y Hernández.

Por supuesto que ambas candidaturas están ante circunstancias complicadas, pero para Petro lo son menos. Sobre todo por el convencimiento que tiene su electorado de la alta posibilidad de un triunfo que permita comenzar ya las transformaciones que necesita el país, de las cuales su candidato tiene un horizonte claro, a diferencia de un Rodolfo Hernández cuyo programa lo encontró en el de Petro, aunque sin poder argumentar sobre él, ya que ese es el primer tratado político que ha pasado por sus manos. Esto explica su rechazo a todo debate. 

Rodrigo López Oviedo

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