Diálogos regionales vinculantes: una escuela de democracia

Rodrigo López Oviedo

Con el fin de que los colombianos contribuyamos con nuestras iniciativas a la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, el Gobierno nacional viene adelantando encuentros ciudadanos bajo el nombre de Diálogos Regionales Vinculantes, de los cuales se espera que salga una guía para la acción gubernamental del período 2022-2026.
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De acuerdo con la participación social y el entusiasmo que se ha visto en los diálogos ya realizados, podemos decir que esta iniciativa no cuenta con ningún antecedente que la supere, salvo, tal vez, las audiencias populares que se dieron con motivo de los diálogos de paz del Caguán y de La Habana. Ello evidencia lo poco significativo que ha sido el interés de los anteriores gobiernos en prestar atención a las iniciativas y demandas populares, y justifica el que se haya tenido que acudir a paros y bloqueos para obtener algunas reivindicaciones, a sabiendas de que estos procederes no garantizaban el cumplimiento de lo finalmente acordado, pues hizo carrera la costumbre del Gobierno de aceptar lo exigido para incumplirlo después.

Lo anterior, no quiere decir que con Petro esté garantizado que el espíritu democrático fluya con el ímpetu deseable, pero las señales que está dando con estos diálogos son motivo suficiente para creer que sí. De allí que haya que aplaudirlos, pues constituyen una forma inédita de delegar en el pueblo la definición de los lineamientos generales de la política pública de los próximos cuatro años, y eso los convierte en una verdadera escuela de democracia, que ojalá se extienda a los demás órdenes de la vida nacional.

Se espera que el Plan Nacional de Desarrollo que salga de estos Diálogos Regionales Vinculantes se oriente hacia la atención sin exclusiones de todos los colombianos. Ya serán las condiciones que se presenten en su ejecución las que determinen si deben establecerse prioridades, caso en el cual estas deben buscar la protección de los más débiles, ya que los ricos, como decía Eduardo Santos, pueden defenderse solos.

Los diálogos del Tolima se realizarán en noviembre y diciembre, así: el 5 de noviembre en Honda, el 11 del mismo mes en Flandes-Girardot y el 3 de diciembre en Ibagué. Es deber de todos los que tenemos la suerte de poder disfrutar los encantos de este lindo terruño aportar a esta iniciativa todo el conocimiento y experiencia de que dispongamos, y hacerlo como si toda la suerte del departamento y de sus habitantes dependiera de sus resultados. Esta oportunidad no la podemos desperdiciar, a no ser que nos tenga sin cuidado el ver que de los recursos empleados para ejecutar el plan fluyan con preferencia hacia otros departamentos.

 

RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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