Ley de Financiamiento al Desnudo

Julián Ricardo Rodríguez Soto

Desde hace menos de una semana las noticias sobre las medidas fiscales y las necesidades de financiamiento del país han estado en los tabloides y en los portales de información y opinión de Colombia, claro el panorama para los asalariados y el empresariado no es nada alentador, la propuesta de gravar la canastas familiar tiene preocupados al consumidor, a productores y comercializadores, la clase media y los empresarios ven cómo la pirinola de la reforma tributaria giró y como es costumbre el viraje dio como resultado “Todos Ponen”.

Pero para ampliar el debate hay que mirar con el retrovisor, y preguntarnos ¿Cuál es la situación económica actual del país? desde este espacio el parte es de tranquilidad, los últimos 20 años los dirigentes del país han tenido una disciplina fiscal y de endeudamiento muy seria, tan seria que la baja en los precios de materias primas como el petróleo y carbón no lograron impactar severamente la economía nacional, contrario a nuestros vecinos. Ahora bien, si la respuesta es un llamado a la calma, ¿Entonces porque la Ley de financiamiento es lo más parecido a una reforma tributaria?

La respuestas son sencillas, igual a lo que pasa con el presupuesto familiar, los gusticos, los pequeños gastos, los antojos y las eventualidades son las que descuadran los bolsillos y aumentan los índices de endeudamiento, pues igual le pasa al país, los colombianos desde el inicio del milenio, hemos sido protagonista de profundos cambios, que no son más que antojos costosos, gusticos y gastos extras que impactan el fisco.

Gratuidad en la salud, los beneficiaros del Sisbén tienen hoy gratuidad en el servicio, inclusos muchos con acciones de tutela han logrado beneficiarse de cirugías estéticas y cambios de sexo, gustos o derechos de equidad e igualdad que pagamos todos, el aumento en la cobertura en educación es otro antojito, claro que la educación es un derecho, pero en menos de cuatro años la gratuidad en educación superior pasó del 16% al 29% y la tendencia es que aumente, programas como Pilo paga son un sencillo ejemplo de cómo los antojos nos están pasando la factura a los colombianos, un último ejemplo es el subsidio del adulto mayor, un programa que da una ayuda económica a personas de la tercera edad en condición de vulnerabilidad, una eventualidad que tuvimos que atender por recomendación de la Ocde.

Como pueden ver los gastos extras, los antojos, los gusticos o las eventualidades que el país ha tenido que asumir, tienen las cuentas con saldo en rojo, si a lo anterior que suena justo en un Estado social de Derecho, le sumamos el costo de la corrupción, los altos índices de empleo informal, la economía ilegal, el clientelismo, la mermelada, la masiva llegada de inmigrantes y el costo de la reinserción y del proceso de paz, vamos a tener un país con la caja registradora descuadrada y los mandatarios de turno buscando ingresos, que muy seguramente van a encontrar en las cuentas de las empresas y en los bolsillos de los asalariados.

Así que reformas habrá para rato y lo más seguro es que después de esta, inicie el debate de la reforma pensional. Se acordaran…

Profesor Universitario

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