El legado de Fernando Gaitán

Julián Ricardo Rodríguez Soto

Estas palabras más que despedir a un personaje maravilloso y que todos recordaremos en el país, es un homenaje a ese periodista, escritor, guionista, director y mejor, ese escultor de la particular idiosincrasia colombiana, un hombre que siempre usó el papel para dejar en alto el nombre de nuestro país, que a través de las artes escénicas y por medio del televisor mostró la cotidianidad de la cultura contemporánea de Colombia, usando por armas el humor y el drama, con el único fin de mostrar que a pesar de las muchas dificultades, los colombinos podemos sacar lo mejor y hacer grandes cosas.

Debo confesar que nunca hable con él, lo vi a lo lejos en el lobby del teatro Nacional la Castellana, y en una feria del libro, tan sencillo, tan cotidiano, tan alejado del protocolo, como uno más, pero al igual que como muchos colombianos que admiro, nunca me perdí ninguna de sus entrevistas y nunca deje de leer cualquier escrito publicado sobre sus historias y anécdotas de vida.

Las enseñanzas que nos dejó Don Fernando Gaitán, son muchas y pueden ser referentes para muchos jóvenes que se están preguntando por que los noticieros, medios y redes hablan tanto del fallecimiento del autor de la novela Guinness Récords made in Colombia. Sencillo, nos mostró la cultura cafetera y la importancia para la economía del país, en una época donde se creía que para ser rico en Colombia la única manera forma era por medio de los cultivos ilícitos; resignificó el café para los colombianos, muchos, dentro de los cuales me incluyo, en esa época, no dimensionábamos la importancia del café para el país.

Luego en su célebre Betty la fea, nos mostró las potencialidades y grandes cualidades de personas que están detrás del poder y no se ven, nunca antes que un portero, un mensajero y un grupo de mujeres de oficina había tenido tanta relevancia en la pantalla nacional y creo que mundial, su éxito rebasó fronteras y llegó a USA, en el mismo momento en que el expresidente Andrés Pastrana estaba gestionando la certificación y la llegada del Plan Colombia, creo que con su novela Don Fernando tuvo mucho que ver.

Además, con su coloquial forma de contar historias nos mostró la cotidianidad de un grupo de vendedores de autos que se luchaban día a día, por vender, por comisionar, por pagar su almuerzo y por cumplir, como lo hacen muchos de los que laboran en las empresas del país.

Remembranzas hay muchas, pero tal vez la más importante de todas, es la capacidad de sacar lo mejor del país, de creer en Colombia, en sus productos y en su gente y de no tener miedo a contarlo, ojalá todos en Colombia y por estos días de tanta polarización, tuviéramos un poco de él. Don Fernando Gaitán ¡Gracias! Paz en su tumba y seguramente su legado será perenne.

Julianricar_80@yahoo.es

@profejulianr.

Profesor Universitario

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