La reactivación económica nos toca a todos

Indudablemente que las perdidas por la pandemia del Covid-19 son nefastas, algunas cifras suenan trilladas y para muchos parecen paisaje, le otorgan el mismo valor que se da a un titular de prensa, radio, televisión o redes, que causa inquietud, alarma y luego de una siesta o de mover un dedo pierde importancia, pero desde hace 12 meses los interrogantes que atañen a muchos son ¿Cómo será el proceso de reactivación? ¿Quién debe pagar la pandemia? ¿De dónde salen los recursos para las ayudas? y ¿cuánto va a afectar eso el bolsillo de los colombianos? 

¡Por un 2021 para Reaprender!

La celebración atípica de las festividades de navidad y año nuevo en medio de restricciones y confinamiento, nos ha llevado a evolucionar o a replantearnos muchas de las actividades que considerábamos cotidianas hasta hace menos de un año, máxime en un país que muchas veces ha ostentado el calificativo de ser uno de los lugares más felices del mundo, para nadie ha sido fácil, pero como muchos más habitantes del mundo, el 2020 fue un carrusel de emociones, iniciando con la desilusión por la llegada del Covid-19, las cifras de deceso en Europa y Norteamérica nos mostraron la desesperanza en medio de las limitantes por las medidas sanitarias, luego acuñamos el términos resiliencia, para enfrentar la nueva realidad y poder construir en medio de la crisis, esta resiliencia fue el terreno propicio para readaptarnos.

Propuestas desesperadas

Sin llegar a posturas extremas y entrar en populismo políticos, como seguramente espera generar el señor Vargas Lleras al lanzar la propuesta de omitir o eximir el pago de las primas de junio y diciembre, como medida extraordinaria para la protección del empleo y estímulo a empleadores, ante la situación generada por la pandemia de Covid-19 y la desaceleración económica.

Sistema de salud colombiano, entre la corrupción y la demagogia

Tal como ocurren las crisis, poco o ninguno la pudo vaticinar, menos aún en las dimensiones que la estamos viviendo, el Covid-19 y su capacidad de contagio se convirtió en menos de un mes, en un virus chino en una pandemia mundial, lo que ha requerido de la máxima capacidad de los sistemas de salud, en Colombia y en Latinoamérica estos sistemas presentan muchas deficiencia, lo que aumenta la vulnerabilidad de los habitantes del país, frente a una pandemia tan peligrosa.